Miles de manifestantes se manisfestaron por las calles de Accra, capital de Ghana, para demandar el fin de la minería ilegal en el país. Este fenómeno, denominado Galamsey, no solo causa problemas sociales sino también un grave daño al medio ambiente.
Por otro lado, se ha solicitado la liberación de los arrestados en una pasada manifestación organizada por el mismo motivo.
Como medida de presión al gobierno, la Iglesia Católica planea nuevas protestas pacíficas, así como los sindicatos buscan convocar una huelga nacional próximamente.
Uno de los asistentes a la protesta afirmó:
“El sindicato tiene que entender que la vida de los ghaneses y la de ellos mismos está amenazada por esta actividad ilegal».
Fuente: Africa News
[Traducción y edición, Julia Vicente]
[CIDAF-UCM]
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