Nelson Mandela ha roto su silencio sobre la crisis política y humanitaria de Zimbabue, diciendo que el país está sufriendo “un trágico fracaso de liderazgo”. El ex Presidente de Suráfrica e icono político mundial ha hecho estas declaraciones durante una cena en Londres, a la que también asistía el Primer Ministro Británico, Gordon Brown y el ex Presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton.
Se cuenta que Mandela está muy turbado por lo que está ocurriendo en Zimbabue, de donde han llegado miles de refugiados a Suráfrica, pero ha tenido cuidado para no crear tensiones en torno a su sucesor como Presidente, Thabo Mbeki, que ha resultado ser el más importante defensor de Robert Mugabe de todo el continente.
“Observamos con tristeza la continua tragedia en Darfur. Mucho más cerca de nuestra casa hemos presenciado un brote de violencia contra nuestros compañeros africanos, en nuestro propio país, y el trágico fracaso de liderazgo en nuestro vecino Zimbabue”, comentó Mandela.
Su discurso se produce justo cuando aumenta la presión sobre Mugabe, que está dispuesto a celebrar la segunda vuelta de votaciones, a pesar de la retirada de su oponente, Morgan Tsvangirai. La violencia que se ha desatado en Zimbabue, según la oposición, impulsada por el Gobierno, ha dejado 80 seguidores de la oposición muertos.
Tanzania, Angola y Suazilandia, hicieron una petición conjunta el miércoles, día 25 de junio, para que se aplazase la celebración de las votaciones, estos tres países vecinos son los responsables de la seguridad en el grupo regional, SADC, Comunidad de Desarrollo del África Austral, y advirtieron que si Mugabe salía reelegido en estas circunstancias podría carecer de legitimidad.
Se están llevando a cabo negociaciones entre bastidores entre la SADC y la Unión Africana, para nombrar a un nuevo mediador en este asunto, que posiblemente trabajo junto con Thabo Mbeki, el actual mediador, que no es reconocido como “parcial” por parte del partido de la oposición de Zimbabue, el MDC (Movimiento para el Cambio Democrático).
(Mail & Guardian, 26-06-08)