Mammadu la esperanza para los huérfanos de Namibia

12/05/2014 | Crónicas y reportajes

Mammadu es una organización benéfica para huérfanos y niños pobres de Namibia fundada oficialmente en 2008 por la austriaca Agnes Albrecht. En 2011 se compró, en Windhoeker, en el barrio de Otjomuise una parcela de 4.700 metros cuadrados para construir el primer centro Mammadu.
La primera parte, que se completó en 2001, consiste en una gran aula, una cocina y unos aseos. En 2012 se añadieron un campo de portes, un parque infantil y la huerta. Este año se añadirán dos aulas más, una de ellas se utilizará como sala de trabajo. El objetivo es poder atender, en Mammadu, entre 100 y 120 niños tan pronto como sea posible.

Actualmente acuden al centro 40 niños de entre 5 y 13años. Los niños, a pesar de ser huérfanos, viven con la familia de los padres, Mammadu se encarga de la alimentación, la ropa, los uniformes escolares, los derechos de matrícula y los libros. De esta forma los niños siguen creciendo en un ambiente familiar y a la familia se la libera de todas estas cargas.

La educación es muy importante, ya que sólo a través de ésta los niños pueden llegar a conseguir una vida mejor. Los niños, además, también reciben asistencia médica.

Muchos de los niños vienen de entornos muy pobres, viven en chozas sin agua corriente ni electricidad por lo que lo primero que hay que enseñarles es como se usa un inodoro o como lavarse las manos y los dientes.

Agnes Albrecht, junto a un profesor y un cocinero, se ocupa todos los días de los niños y cuenta también con la ayuda de voluntarios procedentes de diversos países de Europa.

Otras actividades que se realizan con estos niños son por ejemplo cantar, bailar, hacer deporte y, de vez en cuando, una pequeña excursión.
Dado que estos niños nunca salen de su barrio a Agnes Albrecht les gusta mostrarles su propio país.
Durante las vacaciones de Navidad han hecho algunos viajes. Ya han estado en el Parque Nacional de Etosha y en la Fundación Okonjima Africat.

Para Agnes Albrecht es muy importante destacar y hacer hincapié en que todas las donaciones se utilizan para el bienestar de los niños. Mammadu no tiene ni coche de empresa ni oficina, ella misma no percibe ningún sueldo, sólo los empleados del centro como los profesores y el cocinero reciben un salario. Todas las donaciones son para los gastos del centro.

Nuestras próximas necesidades, con la llegada del invierno, son ropa de abrigo, mantas, toallas, sacos de dormir, así como mesas, sillas, armarios y estanterías para la nueva clase.

Allgemeine Zeitung (Namibia)

Traducción, Mercedes Sánchez

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