Antonio Molina escribió este artículo hace unos días , ahora con el golpe de estado de ayer 21 de marzo contra el Presidente Amadu Tumani Turé a un mes escaso de las elecciones acusado por los golpistas de debilidad ante la revuelta tuareg cobra máxima actualidad.
El presidente maliense, Amadu Tumani Turé, cumple su segundo y último mandato este mes de abril, por eso para solucionar un problema urgente ha tendido la mano a los Tuaregues, entablando con sus representantes unas negociaciones en Argelia el pasado febrero, pero sin resultados satisfactorios.
ENTRENTAMIENTOS ENTRE LOS TUAREGS Y EL EJÉRCITO
Los rebeldes tuaregues del Movimiento Nacional de Liberación de Azawad (MNLA) han causado en el norte del Malí cientos de muertos y han provocado la huida a los países vecinos: Burkina Faso, Níger, Argelia y Mauritania entre unas 30 mil a más de 100 mil personas, según las fuentes consultadas.
El presidente ha demostrado su determinación para sofocar la sublevación, mandando al ejército bombardear las posiciones rebeldes con helicópteros de combate pilotados por ucranianos.
Desde que la ciudad de Menaka fue atacada el pasado 17 de enero por tropas del coronel Assalta Ag Habbi, desertor del ejército maliense, los combates se han multiplicado y otras ciudades han sido conquistadas por los rebeldes y reconquistadas por las tropas gubernamentales. En las últimas semanas los ataques han llegado a Mopti, en el centro del país, fuera del territorio tueregue.
LAS QUEJAS DE LOS TUAREGS
Los rebeldes afirman que la guerra les ha sido impuesta por el gobierno, ya que “en ningún momento quiso entablar un diálogo serio con la gente de Azawad sobre su derecho a la autodeterminación.” A este irredentismo tuaregue alimentado por sentimientos de marginación económica, política y social, el presidente, ATT, responde que el Estado ha invertido más de 10.000 millones de Frs. Cfa. (unos 15 millones de euros) en programas de desarrollo de la región, que alberga importantes reservas de uranio.
No es la primera vez que los tuaregues toman las armas, ya lo hicieron en 1963, 1990 y 2006, sin embargo esta guerra preocupa por las veleidades secesionistas de los insurgentes, que rechazan la autonomía interna.
LÍDERES RELIGIOSOS Y ORGANISMOS INTERNACIONALES
Los líderes religiosos musulmanes y cristianos, las organizaciones de la sociedad civil y hasta los partidos políticos han tomado posición ante este conflicto y todos han hecho llamamientos a ambas partes para realizar lo antes posible un alto el fuego. En concreto, los líderes políticos han presentado un plan en 16 puntos para facilitar la salida de la crisis. Lo que parece más importante sería organizar un Foro Nacional para la Paz y la estabilidad en el norte, después de consultar todas las fuerzas vivas de la nación.
También han pedido el cese de la violencia, la Comunidad de los Estados de África Occidental (CEDEAO), la Unión Africana (UA) y hasta la ONU. Lo mismo ha hecho Francia que conoce muy bien a los rebeldes.
UNA CONSECUENCIA DE LA CAIDA DE GADAFI
Desde la muerte de Muhamar El Gadafi, Bamako estaba en alerta por la presencia en su territorio de excombatientes tueregues, mercenarios en Libia. Al huir de Libia llegaron armados, incluso mejor que el ejército gubernamental de Malí. Ellos traían fusiles de asalto, misiles de largo alcance, lanzacohetes, explosivos y cientos de vehículos todoterreno sustraídos del arsenal libio.
Algunos habrían luchado en las filas del grupo islamita Ansar Dine y también bajo el mando de Abu Zeid, emir de AQMI,
REVUELTAS EN BAMAKO
La difusión de esta noticia en la capital provocó a malienses de piel negra a atacar a sus compatriotas de piel blanca pertenecientes al pueblo tuaregue y moro. El ministro de Agricultura, Aghatan Ag Alhassan tuvo que poner su familia a salvo en Burkina Faso. Fue necesario un mensaje del presidente, ATT, para restablecer la calma, no se sabe por cuanto tiempo.
* (1) El día 29 de abril se celebra el referendum constitucional y poco después la elección presidencial. Muchos se preguntan si con este ambiente se podrán realizar con normalidad estas consultas, lo que nadie duda es que la cuestión de la gestión de la rebelión estará en el centro del debate electoral.
(1) Previsto antes del golpe de estado