Los datos de Global Alliance for Clean Cookstoves apuntan a que más del 90% de la población de Malawi utiliza leña para cocinar. Mientras el número de habitantes del país aumenta, se prevé que supere los 20 millones a finales de la década, la degradación de los 4 millones de hectáreas de bosque empeora. A esto se le suman las 600 muertes anuales relacionadas con la contaminación del aire.
Hace algo más de un mes tuve la oportunidad de ser asistir a la convención de “Cocina Limpia” que se celebra anualmente en la capital de Malawi, Lilongwe. En esta reunión se concentran ONGs, empresas privadas y agentes del gobierno malauí para evaluar la situación en el sector energético, alimenticio y sanitario del país teniendo como protagonista a las chitetezo mbaula.
Las chitetezo mbaula (hornillos protectores en español) son unas cocinillas optimizadas que se han convertido en una herramienta para mejorar la calidad de vida de la población malauí. Es hornillos de arcilla consumen una menor cantidad de leña contrarrestando así la degradación de los bosques de Malawi. Además a menor uso de combustible, menor es el tiempo empleado por las mujeres para salir al monte a buscar leña, una actividad pesada y que puede alargarse durante casi todo el día. Es común ver a mujeres acompañadas de sus hijos cargando maderos sobre sus cabezas mientras se dirigen de vuelta a casa para cocinar. Estas nuevas cocinillas de arcilla además son más seguras ya que mantienen en fuego encerrado previendo la posibilidad de producirse un incendio y reduce tanto las emisiones de CO como el esparcimiento de cenizas.
Estas ventajas comienzan a calar en la sociedad malauí que observa cómo gracias al uso de las chitetezo mbaula ahorra dinero que estaba destinado a la compra de leña o carbón y mejora el problema de la degradación forestal. Los estudios también apuntan a unos beneficios sanitarios en sus usuarios. Estas cocinas mejoradas han abierto las puertas en Malawi a un mercado que da esperanzas a las mujeres para avanzar por la igualdad en una sociedad todavía muy patriarcal.
Hoy, la sección Planeta Futuro de El País, publica mi reportaje La esperanza en un hornillo arcilla en el que abordo cómo se desarrollan proyectos sostenibles que cuentan con las ventajas medioambientales, sanitarias y socioeconómicas de estas cocinillas mejoradas. Un trabajo extenso y que no hubiera sido posible sin la ayuda de Christa Roth, Cristel Cheong, Conor Fox, Deborah Havens y Pamela Jagger.
Original en : Caminos Estrechos