Malaui enterró la semana pasada a su vicepresidente, Saulos Chilima, fallecido el 10 de junio, a la edad de 51 años, a causa de un accidente aéreo, finalizando el duro proceso de la despedida nacional.
En varias de las elegías que el vicepresidente recibió, se habló de un hombre cuyo legado permanecería en Malaui incluso después de su abrupta muerte. El enterramiento tuvo lugar en Nsipe, en el distrito de Ntcheu. El ataúd que contenía los restos de Chilima fue cubierto con una bandera del país, que recibieron su mujer y sus dos hijos. En palabras del ejército y las fuerzas de defensa – quienes dirigieron el evento – el ofrecimiento de la bandera representa la gratitud que siente todo el país ante las contribuciones del vicepresidente por y para el progreso y desarrollo de Malaui.
Los asistentes al funeral, funcionario del gobierno y familiares describieron en sus declaraciones y discursos a Chilima como un sirviente público dedicado, líder apasionado y hombre humilde que ha dejado su marca en un país que ahora le despide. Su participación en multitud de eventos culturales o su ayuda y apoyo a áreas de desastre fue destacada en forma de retratos y fotografías, aquellas que le muestran como un hombre amante de la paz que unificó al pueblo de Malaui durante los momentos difíciles.
La mujer del vicepresidente, así como el presidente Lazarus Chakwera y la primera dama, Monica Chakwera, colocaron una corona de flores sobre su tumba y rindieron homenaje al fallecido y a los ocho tripulantes de la aeronave que se cobró su vida.
Autor: Times News
Fuente: The Times
[Traducción y edición, Gonzalo Querol]
[CIDAF-UCM]