Mahamat Deby, de 40 años, fue proclamado presidente de transición en abril de 2021, con un gobierno de 15 generales del ejército, después de que su padre, Idriss Deby Itno, que alcanzó el poder mediante un golpe de Estado a principios de la década de 1990, fuera asesinado a tiros por fuerzas rebeldes. Así, el país productor de petróleo fue el primero en una cadena de golpes de Estado en la región del Sahel de África occidental y central. Los golpes de Estado, los abusos contra los derechos humanos por parte del gobierno, la corrupción y los ataques rebeldes son problemas endémicos que el país lleva arrastrando desde su independencia de Francia en 1960. Francia tiene actualmente 1.000 soldados en Chad.

La toma de posesión de Deby el 24 de mayo estuvo seguida por el anuncio de que Allamaye Halina, anteriormente embajador en China, será nombrado primer ministro. Ocho jefes de Estado africanos y dignatarios extranjeros, incluido el ministro francés de Comercio Exterior y Francofonía, asistieron a la ceremonia de juramento. El mandato presidencial dura cinco años y puede renovarse una vez.

El antiguo primer ministro y candidato en las mismas elecciones, Succès Masra, dimitió el 22 de mayo. Masra, una de las figuras de la oposición más destacadas y críticas con la Junta militar que tomó el poder en 2021, fue nombrado primer ministro en enero en un intento de calmar las tensiones entre el gobierno y la oposición. Miembros de la oposición, incluyendo a Masra, así como organizaciones internacionales denunciaron el fraude electoral antes de que los resultados confirmaran la victoria de Déby, quien se declaró ganador después de conseguir el 61 % de los votos. Masra, que obtuvo el 18,5 % de los votos, cuestionó la veracidad de los resultados.

Estas elecciones, en teoría, marcan el fin de tres años de gobierno militar. Por su parte, Masra ha pedido a sus seguidores que pertenezcan movilizados de forma pacífica.

Fuentes: All African – Al Jazeera – Al Jazeera

[Traducción y edición, Micaela Llona Bavestrello]

[CIDAF-UCM]