El líder rebelde de Uganda, Joseph Kony nunca firmará un acuerdo de paz, por lo tanto los esfuerzos internacionales deberían centrarse en arrestarlo, según declaró el fiscal general del Tribunal Penal Internacional, ICC, Luis Moreno Ocampo.
El ICC ha acusado a Joseph Kony y otros líderes del LRA (ejército de Resistencia del Señor) de crímenes de guerra, en la rebelión brutal de dos décadas de duración que comenzó en el norte de Uganda, pero que se han extendido al sur de Sudán, el este del Congo y la República Centroafricana.
El fiscal Moreno Ocampo aseguró el día 13 de julio que las últimas mediaciones llevadas a cabo en 2007 y 2004, han fracasado y no han servido más que para permitir a Kony rearmarse y reclutar a más gente.
Kony ha dicho que sólo se rendirá si se retiran las órdenes de arresto del ICC. Moreno Ocampo afirma que en las últimas conversaciones de juba se le ofreció todo lo que pidió y que a pesar de ello, se negó a firmar”.
Después de un ataque a los campamentos del LRA en el este del Congo, liderado por Uganda, a finales del año pasado, los rebeldes han llevado a cabo numerosos ataques represalia contra los civiles, matando a más de mil personas y secuestrando a otros tantos.
Secuestro de niños
“El año pasado una ofensiva multinacional, que fue lanzada con el apoyo logístico y de inteligencia de los Estados Unidos, fracasó porque intentó destruir el ejército de Kony, y no se ocupó de los problemas de raíz”, recordó Ocampo. “Si matas a más soldados… Kony secuestrará a más niños”, añadió.
Para el fiscal del ICC el LRA se derrumbaría si Kony fuera detenido. También considera que hay que mejorar la cooperación regional, para poder capturarlo. “No se trata tanto de atacar al grupo, como de detenerle a él. Creo que nadie lo ha intentado”.
Uganda es el primer país que remitió un caso al ICC, para que se emitieran las órdenes de arresto de Kony y otros cuatro comandantes del LRA.
Sin embargo, muchos se muestran críticos y piensan que las órdenes se han convertido en el principal obstáculo para acabar con la insurgencia, que ha matado a decenas de miles de personas y ha obligado a dos millones a huir de sus casas.
Muchos dicen que Kony quiere gobernar Uganda, Ocampo piensa que su única razón de ser es secuestrar a niños para convertirlos en esclavos sexuales y soldados. “Es un criminal al que le gusta cometer crímenes… lo ha hecho durante 22 años, y lo seguirá haciendo el resto de su vida”.
(Daily Nation, Kenia, 15-07-09)