La noche del pasado miércoles 20 de mayo, el presidente de Burundi Pierre Nkurunziza declaró que la seguridad reina en Burundi y que las elecciones, retrasadas del 26 de mayo al 5 de junio, tendrán lugar en un ambiente de paz y tranquilidad. Añadió que la seguridad prevalece en el 99,9% del país, alegando que la disputa involucró solamente a cuatro distritos de la capital. Después de tres semanas de protestas, muchas violentas, y de un golpe militar fallido en su contra durante los días 13 y 14 de mayo, este discurso es el tercero que realiza el presidente hacia los ciudadanos.
Contrariamente, la comunidad internacional y los países vecinos no encuentran propicio el clima actual de Burundi para celebrar elecciones. Diversos reporteros han anunciado que los medios de comunicación, tanto locales como internacionales, pueden tratar de difundir información para sembrar el odio y la división entre los burundeses o alentar a la insurgencia durante el periodo electoral, a lo que hay que sumar la destrucción o cierre de la mayoría de las cadenas privadas de Burundi durante el intento de golpe de Estado. Sólo continúan emitiendo Radio-televisión nacional de Burundi (RTNB) y la radio de la Iglesia católica. En el discurso de Nkurunziza, expresado mediante la primera de estas dos cadenas, el presidente relacionó la insurgencia actual con el intento golpista fallido.
Los periodistas de los medios de comunicación que fueron cerrados durante los convulsos acontecimientos del levantamiento declararon que fueron amenazados por las autoridades. Algunos han tenido que huir y a otros se les prohíbe el acceso a sus locales de información.
Algunas de las declaraciones más duras actualmente proceden de Musaga, al sur de Bujumbura. Allí, parece que la policía ha tomado medidas violentas contra los manifestantes, persiguiendo a los grupos de protesta y respondiendo con armas pesadas. El subdirector de la policía de Burundi, Bizimana, anunció a AFP: “Hemos decidido restablecer el orden en Musaga. Vamos a ocupar todas las calles y nos quedaremos allí”, “no habrá más caos en este barrio”. En otro bastión de la protesta, en Nyakabiga, un soldado ha muerto y otro ha resultado herido presuntamente a manos de la policía, cuando ésta trataba de dispersar a la fuerza a cientos de manifestantes. Según fuentes recientes, el número de heridos del pasado miércoles asciende a 13, entre los que se encuentran dos policías.
Una de las oposiciones al tercer mandato del presidente Nkurunziza procede de uno de los países más representativos de la comunidad internacional: Bélgica. Didier Reynders, ministro de Asuntos Exteriores, anunció públicamente la oposición de Bélgica a la renovación del mandato del presidente de Burundi. El ministro lo expresó así: “Es evidente que Bélgica se opone a la medida de este tercer mandato que contradice el Acuerdo de Arusha, el cual significa para nosotros la base de la reconciliación y la democracia en Burundi”. Reynders añadió que un tercer mandato iría en contra de ciertas garantías necesarias, como elecciones libres, libertad de prensa, etc., y condena el aplazamiento de 10 días que han anunciado las autoridades de Burundi para celebrar las elecciones legislativas: “Este aplazamiento, decidido sin consultar, parece insuficiente para celebrar elecciones libres y pacíficas”.
Actualmente son 770 los residentes belgas en Burundi, lo que ha llevado a trazar un plan de crisis y a planear la cooperación con Francia en caso de evacuación de los ciudadanos. También se especificó que, en caso de que Naciones Unidas interviniera por el deterioro de la situación, Bélgica podrá asimismo responder.
Son también numerosos los burundeses que residen en Bélgica. El Comité de solidaridad y de supervisión de la crisis política y humanitaria en Burundi invita a todos los burundeses de Bélgica y de los países vecinos, a todos los amigos de Burundi y a las ONGs que defienden los derechos humanos a que participen en una manifestación a favor de la paz, la libertad y la democracia en Burundi. Entre sus exigencias destacan:
– El retiro de la candidatura de Pierre Nkurunziza en las elecciones presidenciales, que atenta contra la Constitución y contra el Acuerdo de Arusha;
– El cese inmediato de crímenes, masacres y torturas, perpetrados por los aliados del presidente;
– El respeto de la libertad a manifestarse;
– El respeto de la libertad de prensa y la reapertura de las estaciones de comunicación cerradas;
– La liberación de todos los manifestantes detenidos y todos los presos políticos, que son arrestados y torturados.
Se prevé celebrar la manifestación el próximo 23 de mayo de 2015 y se llama a todos los burundeses del mundo y a los que defienden su causa para que se levanten exigiendo el retorno al estado de derecho en Burundi.
Resulta también relevante la postura del político Raila Odinga, publicada en Twitter, en contra del tercer mandato y, por lo tanto, del mismo bando que las opiniones hechas públicas por la comunidad internacional.
Iwaku / Arib.info – Fundación Sur