Los testimonios más conmovedores, que no son noticia

27/05/2019 | Opinión

ines_nieve_sancho-misionera.jpgUna religiosa española de la comunidad de las hijas de Jesús de Massac: Inés Nieves Sancho, fue asesinada en Nola, una ciudad ubicada en el oeste de la República Centroafricana, según informó la APA el lunes 20 de mayo.

Esta misionera es una de tantas personas que han dado su vida “por sus amigos-as”, y como, esto ocurre casi todos los días, ya no parece ser noticia a resaltar.

El siguiente testimonio del obispo Aguirre me parece estremecedor:

«Los misioneros españoles en Centroáfrica nos contamos con los dedos de una mano. Yo llevo aquí 40 años, he tenido tres infartos, tengo nueve muelles en el corazón y me mantengo con mi pueblo para darles ánimo y esperanzas», dice el obispo Aguirre (64 años). «Estamos en una situación muy difícil. Sabemos lo que es tener un kalashnikov apuntando a la cabeza y otro al estómago. Los guerrilleros mercenarios han tomado el 80% del país. Hay 500.000 personas de Centroáfrica que viven en campamentos de refugiados, desplazados de sus casas para salvar su vida.

El año pasado estos mercenarios mataron a cinco sacerdotes. A uno de ellos lo quemaron vivo. Cuando yo llegué aquí, en este país se vivía en paz. Pero ahora estamos rodeados de guerrilleros por todos lados, mercenarios que llegaron de Chad pagados por los señores del Golfo, a los que desde España les construimos fragatas de guerra, que han venido aquí a por oro, diamantes, cobalto y manganeso. También han llegado los chinos y los rusos para formar soldados centroafricanos…».

Semejante testimonio de entrega a los demás me parece más elocuente, conmovedor y beneficioso para la humanidad, que todos los discursos políticos que escuchamos.

Al mismo tiempo me indigna profundamente la hipocresía y desvergüenza de los gobiernos y políticos españoles y europeos, que siguen vendiendo armas y fragatas de guerra a Saudi Arabia y otros paises, que luego las entregan a tantos grupos armados en África.

Todos somos pues cómplices de estos asesinatos y masacres.

Hace seis años, antes del asesinato de la religiosa, una de estas guerrillas de las que habla el obispo secuestró a la burgalesa junto con otras tres monjas y las mantuvo cautivas en un bosque hasta su liberación. «Estos mercenarios se han convertido en peones de señores de la guerra que son extranjeros. El que tenemos en la zona de Bangassou es de un grupo llamado UPC (Unión para la pacificación de Centroáfrica), y han hecho muchas matanzas. El líder es de Níger y sus soldados son de otra etnia extranjera. Mis curas y sacerdotes están viviendo situaciones de alto riesgo. Pero ninguno queremos irnos, como tampoco quería la hermana Inés», concluye Aguirre.

Ella ha sido el tercer asesinato de un misionero español en apenas tres meses. El pasado 17 de mayo murió en Burkina Faso el salesiano Fernando Hernández (60 años, Salamanca) a manos de un cocinero al que había despedido meses antes. En febrero, otro salesiano, Antonio César Fernández (73 años, Córdoba), falleció en un atentado yihadista también en Burkina Faso. Sólo este mes de mayo, ya son 13 los cristianos asesinados en África.

Cuando nuestros gobernantes intentan ocultar las ventas regulares de armas a países del Golfo, y todos nos callamos, entonces nos convertimos en cómplices de tanta crueldad y sangre inocente derramada en África y en otras partes del mundo.

Algo semejante podríamos decir el constatar todas las personas africanas migrantes que perecen en el Mediterráneo, porque les hacemos la vida imposible en sus países de origen, y luego cuando buscan una vida digna en otros lugares, les cerramos las puertas.

El Papa Francisco dedicó el miércoles unas palabras a la misionera española asesinada. Lo hizo en la plaza de San Pedro. «Quiero recordar el recuerdo de Inés Nieves Sancho, de 77 años, educadora de niñas pobres durante décadas, asesinada de manera bárbara en África Central, precisamente en el lugar donde enseñó costura a las niñas, una mujer más, que ha dado su vida por Jesús al servicio de los pobres».

La historia del cuento de la Blanca Nieves (burgalesa y africana) tiene luz y drama. La tragedia es que ella, la menuda religiosa, nunca debería haber muerto. Como decía Harper Lee: «Los ruiseñores sólo se dedican a cantar para alegrarnos. No estropean los frutos de los huertos, no anidan en los arcones del maíz, no hacen nada más que derramar su corazón. Por eso es grave matar un ruiseñor». Sor Inés o Blanca Nieves lo era.

Lázaro Bustince PB

Director de África Fundación Sur

[Fundación Sur]


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