Uno de los mayores sindicatos de trabajadores de Nigeria, amenaza con detener el corazón de la economía de Nigeria, la producción de petróleo crudo, como parte de la huelga nacional y las protestas apasionadas por todo el país.
Los precios mundiales del petróleo subieron el día 12 de enero ante esta noticia. Nigeria es el quinto mayor exportador de petróleo a los Estados Unidos y un cierre de su producción obligaría a las refinerías estadounidenses a abastecerse en otra parte de 630.000 barriles diarios de crudo.
La capacidad del sindicato para imponer un cierre, a partir del día 15 de enero, en la región pantanosa del sur de Nigeria, el Delta del Níger, es cuestionable. Pero la amenaza de una huelga ha causado nerviosismo en el mercado mundial de petróleo.
Nigeria está paralizada por una huelga general que comenzó el lunes, después de que el gobierno del presidente Jonathan Goodluck haya retirado los subsidios a la gasolina, que mantenían el precio bajo para los ciudadanos. Rápidamente los precios subieron a más del doble. El coste de los alimentos y el transporte también se duplicó en todo el país.
El enfado por la pérdida de uno de los pocos beneficios de ser un país productor de petróleo que ven los ciudadanos de a pié, así como por la corrupción del gobierno, ha llevado a masivas manifestaciones por todo el país, de 160 millones de habitantes, y la violencia se ha cobrado la vida de al menos 10 personas.
El presidente del sindicato del personal de petróleo y gas de Nigeria, que representa a unos 20.000 trabajadores, asegura que si se llegasen a cerrar los campos de producción, se necesitaría entre seis meses y un año para volver a hacerlos productivos.
Las negociaciones entre los trabajadores y el gobierno terminaron el día 12 de enero por la noche sin ningún anuncio que hacer, las partes implicadas dicen que se reanudarán en día 14 de enero.
Hasta el momento, la industria petrolera de Nigeria no ha notado los efectos de la huelga nacional. Muchos de sus operadores están automatizados, tanto por eficacia como para evitar tener personal trabajando en los arroyos del delta del Níger, donde bandas de delincuentes y militantes de grupos que luchan contra la presencia extranjera en la zona, secuestran a trabajadores expatriados y piden sustanciosas sumas por ellos. Las compañías extranjeras también tienen grandes campos petroleros en alta mar, en aguas de Nigeria, lejos del caos de las huelgas.
La mayoría de las compañías, como Royal Dutch Shell PLC, dicen que controlan la situación.
Otras compañías que operan en Nigeria son Chevron Corp., Exxon Mobil Corp., la italiana Eni SpA y la francesa Total SA, que opera junto a la compañía nacional petrolera de Nigeria.
(Times Live, Suráfrica, 13-01-12)