Los sindicatos de Guinea Conakry amenazan con nuevas huelgas generales

Los poderosos sindicatos de Guinea están considerando la posibilidad de comenzar otra huelga general para finales de marzo y arriesgarse a provocar el derrumbamiento del Gobierno, como ya ocurriera en febrero de 2007, cuyos disturbios terminaron con la muerte de 200 civiles. “Seguimos manteniendo consultas para encontrar una solución satisfactoria a la crisis”, asegura Raibatou Serah Diallo, el secretario general de la Confederación Nacional de Trabajadores de Guinea.
Los sindicatos amenazaron con ir a la huelga ya en enero, porque acusaban al Presidente Lansana Conté de haber roto el acuerdo de reparto de poder que terminó con la crisis del año anterior. En los últimos 15 meses, Guinea ha vivido cuatro huelgas generales, convocadas por los sindicatos, para protestar por los altos precios de la comida, el empeoramiento de las condiciones de vida, la corrupción y contra el Gobierno de Lansana Conté.
El Gobierno asegura que está dispuesto a negociar, junto con el resto de actores sociales, para evitar las huelgas que podrían degenerar en la violencia vivida hace un año.
Tras la huelga de enero de 2007, el Gobierno nombró a un nuevo Primer Ministro, Lansana Kouyaté, y se mostró de acuerdo en devolverle el poder. Pero Ibrahim Fofana, el secretario general del Sindicato de Trabajadores Guineanos asegura que los progresos hacia las reformas van demasiado lentos, y Mamadou Diallo, portavoz de las Fuerzas de la Nación, una coalición de sindicatos, partidos políticos y sociedad civil, asegura que no se ha dejado a Kouyaté tomar las riendas.
Además los sindicatos insisten en recordar que quieren ver algún progreso en las investigaciones sobre los responsables de las matanzas de enero de 2007 y sobre el desfalco de fondos públicos, que en teoría se están llevando a cabo por las autoridades.
A pesar de la creciente frustración por la falta de reformas políticas, el empeoramiento de las condiciones de vida y la subida de los precios de la comida, muchos guineanos de la capital creen que las huelgas no son lo mejor que puede pasarle al país en estos momentos.
(IRIN, 26-03-08)