Cerca de 10.000 refugiados ruandeses que viven en un campo de refugiados de Uganda se niegan a volver a su país, ocho meses después de que se los ordenase abandonar el campo, según fuentes oficiales.
Uganda los ha retirado el derecho a cultivar la tierra en el campo, en un esfuerzo por obligarlos a salir del mismo y volver a su país. “Tenemos alrededor de 10.000 ruandeses todavía en Nakivale”, explica festo Wafuta, comandante adjunto del campo, cercano a la frontera con Ruanda.
“Ellos dicen que no se irán a su país, uno por problemas de tierra en Ruanda, y otros por… esos tribunales gacaca”, añade, refiriéndose a la iniciativa de justicia local de Ruanda, para juzgar los crímenes de genocidio de nivel más bajo.
Todos los refugiados ruandeses que quedan en Uganda, la gran mayoría de los cuales son hutu, el grupo étnico mayoritario acusado de llevar a cabo el genocidio de 1994, recibieron la orden el año pasado de abandonar Uganda para el 31 de julio, tras una decisión de los dos gobiernos, el de Uganda y el de Ruanda, y la agencia de refugiados de las Naciones Unidas, que determinaron que Ruanda es segura para todos los grupos étnicos.
Cualquier ruandés que quiera permanecer en Uganda como refugiado, deberá presentar una explicación detallada a los oficiales del campo.
“Sus razones no han sido convincentes en absoluto”, declara el ministro ugandés de Preparación para los Desastres y Refugiados, Tarsis Kabwegyere, insistiendo en que el temor a los tribunales gacaca no es una razón válida para permanecer en Uganda.
“Si son criminales, que se enfrenten a la ley”, señala, “nuestros asentamientos no son refugios”.
El ministro ha dicho que la decisión de quitar los derechos de cultivo se ha tomado porque hay refugiados de la República Democrática del Congo que merecen más la escasa tierra en Uganda.
Pero Wafuta, que vive permanentemente en Nakivale, ha asegurado que la directiva de la tierra no ha tenido impacto alguno. “se están quedando con sólo la tierra para residir y ayuda alimentaria”, explicando a continuación que le preocupa que unos 400 ruandeses que habían abandonado el campo en las últimas semanas, acaba de regresar al mismo.
(News 24, 08-04-10)
