Los refugiados somalíes de todo el mundo han pasado del millón de personas, según la Agencia de Refugiados de las Naciones Unidas, UNHCR – por sus siglas en inglés, que destaca la creciente necesidad de poner fin al conflicto en el Cuerno de África.
La inmensa mayoría de los refugiados viven en los países vecinos de la región, como Kenia, Yemen, Egipto, Etiopía, Eritrea, Yibuti, Tanzania y Uganda, según la UNHCR.
Según las estadísticas publicadas por la UNHCR, hay casi 1.36 millones de somalíes desplazados internamente en el país, principalmente en la región del centro sur del país.
“UNHCR lidera la protección y las intervenciones de ayuda de emergencia dirigidas a los casi 1.36 millones de desplazados internos en Somalia, además ofrece protección y asistencia a más de 2.100 refugiados en Somalia”, afirma la agencia de la ONU en su informe, publicado el día 12 de octubre.
Los acontecimientos recientes en el Cuerno de África han ocasionado que Kenia envíe una petición a la ONU para movilizar todas las agencias relevantes, para reubicar a los refugiados que viven en Kenia, hacia las zonas liberadas de Somalia.
La nación del África del este ha argumentado que la presencia de más de 650.000 refugiados en el campo de refugiados de Daadab, en Kenia, es insostenible.
“Tras la relativa mejora en la situación de seguridad en Mogadiscio, entre febrero y abril de 2009, más de 65.000 personas desplazadas y refugiados han viajado de vuelta a la capital, desde varias zonas del sur y la zona central de Somalia, así como desde los países vecinos, como Kenia y Yemen”, ha asegurado la UNHCR.
Sin embargo, la agencia de la ONU dice que la escalada de combates entre fuerzas opositoras ha provocado que cientos de miles de personas huyan de sus casas, en la capital de Somalia, Mogadiscio, después de que sólo en 2010 huyeron 300.000 personas.
En Egipto, la vida de los refugiados somalíes no es fácil, especialmente cuando el gobierno empezó este año a deportar a los migrantes no registrados en el país. Empeorando las cosas, la UNHCR no ha registrado apenas a nuevos refugiados en el país en los últimos años.
Hamdy es un somalí de 29 años que vive en Egipto. Lleva 6 años en el país y apenas sobrevive con la ayuda mensual de la UNHCR. “No tengo un trabajo real y la vida es dura”, declara, “algunos de mis amigos han sido arrestados por el gobierno cuando intentaban cruzar la frontera hacia Israel. No sabemos dónde están ahora y rezamos para que estén bien”, y sentencia “no es una buena vida ser refugiado en Egipto”.
Antes este año, Egipto deportó a 93 etíopes que entraron en Egipto con la intención de cruzar el desierto del Sinaí hasta entrar en Israel de forma ilegal.
Para Hamdy y otros, esto es la única forma de poder ganarse la vida por sí mismos, “qué podemos hacer más que esperar que nos dejen trabajar y tener una familia”.
En Egipto, la vida es una lucha, donde los africanos se enfrentan al racismo, al ostracismo y a la falta de oportunidades. Para los hijos de los migrantes y refugiados, ir a la escuela es imposible ya que el gobierno de Egipto no permite a los refugiados asistir a las escuelas públicas. Para la inmensa mayoría de los sudaneses y somalíes en el país, esto lleva a un juego de espera, y en los últimos años, mientras la repatriación de extranjeros prácticamente cerrada, ellos permanecen pacientemente en su país de origen, esperando una llamada que no llega.
“Me dijo la ONU que estaría en el país unos 10 meses”, explica Abdullah, un refugiado sudanés que huyó de la violencia de Darfur en 2004. 7 años después, todavía está en Egipto.
“Intento hacer algunos trabajos, pero tengo 35 años y yo era profesor, lo cual probablemente podría hacer aquí”, explicó.
Al menos cuatro africanos han muerto por disparos en la frontera con Israel, en el último mes, lo cual hace seguir con la preocupación de que intentar cruzar el desierto de Sinaí, es poner en riesgo la vida.
La seguridad fronteriza de Egipto ha sido criticada repetidamente por su estrategia de “dispara antes de preguntar”, al gestionar los intentos de los migrantes de cruzar hacia el estado judío, ya que a menudo no dan aviso verbal antes de disparar a los africanos.
Israel dice que aproximadamente 10.000 africanos han entrado en el país de forma ilegal, a través de la frontera con Egipto, en los últimos años.
Los africanos en Egipto se quejan de las malas condiciones de vida y el maltrato a manos de su país de acogida. Muchos ven Israel como la siguiente mejor solución para sus problemas y están dispuestos a arriesgarse a perder sus vidas para alcanzar el estado judío.
(RBC Radio, Raxanreeb, Somalia, 15-10-12)