El pasado sábado el m23 ya advirtió que su objetivo más cercano era la toma de Goma, la capital de Kivu Norte, en la República Democrática del Congo (RDC), y que ya habían tomado en 2012. Además, habían avisado a las Fuerzas Armadas de la RDC para que se rindieran antes de las 3 de la madrugada, hora local del pasado lunes. Unas cinco horas antes de la hora señalada para la rendición la localidad ya se encontraba bajo el fuego de artillería y armas ligeras.
Poco tiempo después ya corrían por las redes sociales imágenes de miembros del grupo rebelde patrullando por las calles de Goma y el líder de Alianza Río Congo, Corneille Nangaa, que coopera con Ruanda y el M23, aseguraba a Reuters tener la localidad bajo control.
Patrick Muyaya, portavoz del gobierno, ha solicitado a los ciudadanos de Goma que se resguarden en casa y se abstengan de cometer actos de saqueo o vandalismo, señalando que “el gobierno continúa trabajando para evitar carnicería y pérdidas en la vida con respecto a las intenciones manifiestas de Ruanda”. También ha llamado a la movilización patriótica: “Todos somos guardianes de nuestro territorio. No se venderá un centímetro«.
El gobierno ha cortado lazos diplomáticos con la vecina Ruanda, a la que culpan directamente de la agresión, informando que las tropas ruandesas estaban pasando la frontera, lo que constituía «en una violación abierta y deliberada» de la soberanía nacional. Therese Kayikwamba Wagner, la ministra de Relaciones Exteriores de la RDC, definió el ataque como “un asalto frontal, una declaración de guerra que ya no se esconde detrás del artificio diplomático«.
Antonio Guterres, secretario general de la ONU, solicitó a Ruanda que sacará a sus fuerzas armadas, que la organización onusina estima entre 3000 o 4000, además de aportar sofisticados sistemas militares, de la RDC. El Consejo de Seguridad de la organización afirmo que 13 miembros de las fuerzas de paz habían sido asesinados: 9 sudafricanos, 3 malauíes y un uruguayo
William Ruto, presidente de Kenia y actual líder del organismo de Países de África Oriental (EAC), ha solicitado de urgencia una reunión para hoy a la que informa han confirmado su asistencia los respectivos presidentes de la RDC y de Ruanda.
La especial ubicación de Goma, encajonada entre el lago Kivu, el volcán Nyiragongo y la frontera con Ruanda convierten en una empresa especialmente compleja la toma militar de la ciudad por parte de las FARDC. Desde un punto de vista geopolítico pudiera ser que el cambio de administración en los EE. UU. hubiera animado a Ruanda a considerar que la reacción de las Comunidad internacional pudiera no ser tan fuerte como anteriormente.
Fuente: AlJazeera – Radio Okapi
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