El jefe adjunto de las fuerzas rebeldes de Sudán del Sur, James Koang Chuol, ha advertido, en una declaración comunicada a Sudan Tribune, sobre el riesgo mortal que podría suponer, para los trabajadores de las compañías petroleras internacionales, reabrir las instalaciones en los territorios productores de Sudán.
Esta mortal advertencia viene motivada por el anuncio del gubernamental de reforzar la presencia militar en las zonas de Unity y Upper Nile donde más se había visto afectada la producción petrolífera por el conflicto desde finales de 2013.
Otro obstáculo que se le presenta al gobierno de Sudán del Sur son las negociaciones para el transporte del petróleo a través de su incómodo vecino del norte, Sudán, paso obligado para su exportación, lo que le otorga la capacidad de tasar el precio de bombeo del producto a través del gaseoducto.
Fundación Sur
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