Nigeria es el «gigante de África», dada su enorme población y potencial económico, pero también tiene algunos problemas gigantes, que su presidente, Bola Tinubu, ha tenido y tiene que abordar.
¿Qué problemas son esos?
El primero fue acabar con el subsidio a los combustibles. A pesar de su riqueza petrolera, Nigeria no puede refinar suficiente crudo para satisfacer la demanda local, por lo que importa productos derivados del petróleo que luego se venden a un precio establecido por el gobierno, inferior al precio de importación. Aunque esto podría estar cambiando, la realidad es que el gobierno ha pagado durante años la diferencia, con un alto precio en las menguantes finanzas públicas. Tinubu repitió con firmeza que la subvención se tenía que terminar.
¿Cuál es la popularidad de Bola Tinubu en Nigeria
Solo el 37 % de los votantes respaldó a Tinubu en las elecciones, lo que lo convierte en el presidente nigeriano elegido con la menor participación de votos desde 1999. Tiene que gobernar con gran equilibrio para construir puentes entre etnias y religiones diversas. Hay indicios de que ya lo está haciendo, reuniéndose con políticos de la oposición.
A pesar de su gran volumen, la economía de Nigeria no parece muy brillante
Las cosas nunca han estado peor para Nigeria: uno de cada tres obreros está desempleado, la inflación está muy alta, 96 millones de nigerianos viven por debajo del nivel de pobreza y los ingresos son bajos por la caída de las ventas de petróleo. El nuevo presidente intentará aumentar la recaudación de impuestos, como hizo cuando era gobernador de Lagos, donde aumentó la recaudación en más del 400 % en ocho años. También parece que intenta promover el sector privado.
¿Qué piensa hacer sobre los numerosos secuestros y la inseguridad del país?
Durante la campaña electoral, su vicepresidente afirmó que ese sería su cometido, y destacó su experiencia como gobernador del estado de Borno, donde hay muchos grupos militantes islamistas, y donde surgió Boko Haram. El plan del nuevo equipo de gobierno incluye el uso de batallones antiterroristas con fuerzas especiales para perseguir a los secuestradores y grupos extremistas. También quieren aumentar el personal policial para luchar contra el crimen en las calles.
Bartolomé Burgos
[CIDAF-UCM]