Los primeros pasos de la industria nuclear en el continente africano

2/11/2017 | Crónicas y reportajes

En el déficit de energía de África para garantizar su desarrollo y amenazado por el calentamiento global, África está considerando cada vez más el uso de la energía nuclear para su producción de electricidad. La opción está generando en el continente un interés creciente y una preocupación proporcional. Algunos países ya están muy avanzados en este camino.

Sudáfrica por delante

Sudáfrica encabeza la lista en el campo de la energía nuclear en África. El país, hasta la fecha es el único que tiene una planta de energía nuclear en Koeberg . Con una capacidad de 1800 MW, la planta, construida por Francia, produce aproximadamente el 5% de la energía que se consume en el país.

Desde 2011, el país ha lanzado otro programa nuclear destinado inicialmente a la construcción de centrales nucleares de 9600 MW. Sin embargo, en noviembre de 2016, revisó a la baja esta ambición, con el objetivo de instalar, para 2037, centrales con capacidad de 1.359 MW. Varios actores clave en el sector de la energía han estimado que había medios más baratos y menos complejos que la energía nuclear para satisfacer la demanda de energía del país.

La revisión a la baja de estos objetivos, sin embargo, no ha disminuido el entusiasmo de la compañía nacional Eskom responsable del suministro de electricidad en Sudáfrica, que lanzó en diciembre una solicitud de información (RFI) para la implementación del programa. Prevista para ser cerrada el 28 de abril de 2016, la RFI tendrá la participación de más de veinte grupos de especialistas en energía. Ella permitirá al país contar con informaciónes adicionales con respecto a la experiencia de los diferentes grupos que deseen participar en la ejecución del programa, las diferentes propuestas en términos de tecnología y metodología, así como los costes de las diferentes opciones presentadas. Tantas elecciones que permitirían documentar mejor el programa nuclear del que muchos interesados criticaron la falta de documentación e información, que a su vez impide apreciar adecuadamente las posibilidades y modalidades de su aplicación.

Tener estos elementos será muy útil para los titulares del programa, en la medida que está en el corazón de una controversia nacional generalizada. Una de las objeciones planteadas se relaciona con su alto costo y eficiencia. El Departamento de Energía había declarado que el proyecto sería ejecutado si era rentable, pero recientemente, un equipo de científicos creado por Tina Joematt-Perttersson, la ministra de Energía, dijo que la energía nuclear no era la opción más barata para satisfacer las necesidades energéticas nacionales. Al mismo tiempo, el Tesoro declaró repetidamente que no tenía fondos para gastar en el programa, y Eskom respondió que la iniciativa podría financiarse por sí misma. La entidad pública incluso ha anunciado que planea invertir 11 mil millones de dolares en el programa. El recurso a lo nuclear en Sudafrica provoca también un debate en la clase política, tanto en la oposición como del gobierno, que teme que llegue a ser terreno propicio para el establecimiento de un sistema de corrupción masiva. Incluso científicamente, Thyspunt, uno de los dos lugares propuestos por Eskom para la construcción de las centrales objetos de la RFI se puso en marcha en el centro de una controversia acerca de posibles riesgos geológicos que podrían conducir a catastrofes naturales como tsunamis. Un debate que finalmente fue cerrado por el Consejo de Geociencias de Sudáfrica que declaró a Tyspunt apto para albergar una instalación nuclear.

nucleares.jpgEn abril de 2017, la justicia sudafricana dictaminó que los acuerdos nucleares con tres países, a saber, los Estados Unidos, Corea del Sur y Rusia, eran inconstitucionales porque no habían sido sometidos a las consultas públicas habituales. Los únicos acuerdos salvados de la condena son los concluidos con China y Francia. El Ministerio de Energía ha decidido que no apelará la decisión, pero procederá a la firma de nuevos acuerdos, esta vez en conformidad con las normas vigentes.

Sin embargo, en junio de 2017, la, entonces, Ministra de Energía, Mmamoloko Kubayi, dijo que el programa sería reconsiderado teniendo en cuenta la recesión económica que atraviesa el país. «Realizaremos nuestro programa nuclear al ritmo y a la escala que nos convengan. Si tuviéramos que revisar el alcance, tendriamos que volver atras «, dijo.
Conviene, sin embargo, considerar esta opción con reservas ya que en octubre ha sido nombrado un nuevo ministro de energía en la persona de David Mahlobo. Un cambio, que según la opinión pública, tendría como objetivo acelerar la implementación del programa nuclear.

(Nota de Fundación Sur: A finales de octubre del presente año el ministro de Finanzas sudafricano anunció una congelación del programa de construcción de centrales nucleares, dadas las dificultades económicas y el excedente en el sector eléctrico. El ministro declaró que «el país y su presupuesto no pueden pagarlo. Cuando llegue la recuperación económica y la demanda aumente, tomaremos una decisión al respecto».)

Egipto: el programa ha sido ya lanzado con Rusia

En Egipto, iniciado desde 2012, su proyecto para producir electricidad a partir de combustible nuclear se encuentra actualmente en una fase bastante avanzada. De hecho, el país comenzó la construcción de su primera central nuclear con una capacidad de 4800 MW en Dabaa. La firma del contrato de construcción de la planta con la empresa rusa Rosatom tuvo lugar en octubre de 2016.

La planta está programada para finalizar en 2022 y el gobierno ruso ha otorgado un préstamo de 25 mil millones de dólares para financiar el proyecto. El reembolso de esta deuda deberá realizarse durante 35 años a una tasa de interés del 3%. Estos fondos cubrirán aproximadamente el 85% de los gastos que generará el proyecto. El programa egipcio prevé también la construcción de una segunda planta cuyos detalles no han sido aún comunicados.

Nigeria: en la línea de salida, probablemente con Rusia

Mientras tanto, Nigeria planea instalar, lo antes posible, centrales nucleares de 4.000 MW para satisfacer sus crecientes necesidades energéticas. Este programa es el resultado de una ambición llevada desde 2011 por el gobierno nigeriano. «Nigeria planea comenzar este programa el próximo año con la instalación de una planta de 1.000 MW para empezar. Esta capacidad se ampliará, más tarde a 4000 MW», dijo, en Marzo de 2016 Garba Shehu, principal asistente especial del presidente para los medios de comunicación y publicidad.

El país también ha firmado con Rusia un memorando de entendimiento sobre la construcción de un centro polivalente para la investigación científica nuclear e Irán también ha indicado que está dispuesto a poner a disposición su tecnología nuclear en el país para la puesta en marcha del programa.

Kenia: un proyecto aprobado que interesa a Rusia, Corea y Francia

Kenia también planea recurrir a la energía nuclear. Preveeé instalar cuatro plantas con una capacidad total de 4.000 MW para 2030, con un costo estimado de casi 20 mil millones de dolares. La primera infraestructura debería comenzar a construirse en 2022 y completarse 5 años después. Un proyecto que ha sido aprobado por la Agencia Internacional de Energía Atómica. El país cuenta con la institución internacional para apoyarlo en la implementación de este programa que ya atrajó el interés de China, Rusia, Eslovaquia y Corea del Sur.

Francia también ha indicado su intención de participar en el programa nuclear. Michel Sapin, su Ministro de Economía y Finanzas, ha confirmado el compromiso de su país de apoyarlo en todos los niveles, desde el apoyo técnico a la financiación.

El país ha identificado las áreas de Turkana y Nyanza, cerca del lago Victoria y el lago Turkana, que, según el gobierno, tienen suficientes reservas de agua y están fuera de cualquier riesgo sísmico.

Argelia en la etapa experimental

Mientras busca una forma de superar el riesgo sísmico al que está expuesta, Argelia está considerando la inclusión de la energía nuclear en su combinación energética. El país, que tiene suficientes reservas de uranio para operar dos plantas de energía nuclear con una capacidad de 1000 MW cada una durante 60 años, planea construir una pequeña planta nuclear entre 2025 y 2030.

En 2014, el país comenzó la preparación de reactores experimentales para estas primeras centrales nucleares.

Sudán se prepara con el apoyo de China

Sudán ha anunciado planes para utilizar la energía nuclear civil para generar electricidad.

Según las previsiones nacionales, la instalación de una planta de 1200 MW debería comenzar en 2017 con el apoyo de China, con un tiempo de construcción estimado de entre 6 y 7 años.

Túnez se fija un objetivo para 2024

Túnez también está considerando la energía nuclear con la construcción, de ahora a 2024, de dos reactores nucleares con una capacidad que oscila entre 700 MW y 1000 MW.

Se firmó un acuerdo preliminar en septiembre de 2016, en presencia de Slim Khalbous, ministro de Educación Superior e Investigación Científica de Túnez, y Sergei Kirienko, director ejecutivo de la Agencia Federal Rosatom.

Ghana: ambiciones apoyadas por Japón y por la agencia internacional de energía atómica

En Ghana, las autoridades anunciaron en 2013 que era «hora de considerar la opción nuclear» con un proyecto de construcción de una planta de 500 MW con el apoyo de la empresa japonesa TEPSCO. La ambición actual del país es alcanzar para 2030, 2 GW en centrales nucleares.

Níger perfecciona el proyecto de África Occidental, alentado por Corea

Níger creó en enero de 2017 un Comité de orientación estratégica para el programa nuclear (Cospen). El objetivo de esta organización estatal es examinar y preparar el recurso a la energía nuclear para satisfacer las necesidades energéticas del país.

Níger, el cuarto mayor productor de uranio del mundo, tiene una de las tasas de electrificación más bajas del mundo (menos del 10%). De hecho, había recibido la propuesta de acompañamiento de Corea para la instalación de una central nuclear y los estudios realizados en esta dirección mostraron que la opción de la energía nuclear podría ser económicamente viable a partir de 2030.

En 2011, el presidente de Nigeria, Mahamadou Issoufou, expresó la ambición de su país de construir una planta de energía nuclear subregional para África Occidental. Un objetivo que, de lograrse, convertiría al país en el primero de la subregión en utilizar esta fuente de energía, y probablemente lo propulsaría al estatus de exportador de electricidad, teniendoen cuenta su modesta demanda electrica.

Con respecto a la preparación, el gobierno ha adoptado ya un proyecto de ley en mayo de 2017 sobre la seguridad y el uso pacífico de la energía atómica con el fin de establecer un marco legal para la explotación de esta fuente de energía. El proyecto de ley tiene también como objetivo permitir extender el uso de la energía nuclear a otras áreas como la investigación, la agricultura y la salud. El texto que se presentará a la Asamblea Nacional regirá, entre otras cosas, las medidas de seguridad para el funcionamiento de los reactores de potencia y de investigación, la gestión de los desechos radiactivos y la protección de personas y bienes contra las radiaciones.

Etiopía considera la energía nuclear para conseguir sus objetivos energéticos

En la realización de su objetivo de capacidad eléctrica instalada de 37 GW de ahora a 2037, Etiopía, que actualmente tiene una capacidad de 2,2 GW, está considerando el recurso a la energía nuclear. El país planea, en efecto, instalar centrales nucleares con una capacidad de entre 300 MW y 1200 MW.

«Necesitamos expandir nuestras opciones. Es por eso que consideramos fuentes de energía como la energía nuclear «, dijo Mihret Debebe, director ejecutivo de Ethiopian Electric Power Corporation.

Zambia: primeros pasos en el mundo nuclear con el apoyo de Rusia

Zambia también ha comenzado la implementación de un programa nuclear, en colaboración con Rusia. En diciembre de 2016, los dos países firmaron memorandos de entendimiento en el campo nuclear. Estos acuerdos se referían, entre otras cosas, al desarrollo de recursos necesarios para la explotación de la energía nuclear. Se planea construir un centro de ciencia y tecnología nuclear para este propósito, y será alimentado con un reactor de investigación con una capacidad de 10 MW. Los acuerdos relacionados con los estudios de factibilidad de la realización de este centro ya se han firmado.

También está previsto que Rosatom apoye la elaboración de un programa nuclear nacional de Zambia y la formación de una autoridad reguladora nacional. También se dedicará un componente a asegurar y garantizar el funcionamiento seguro de la energía nuclear en los diversos sectores a los que se destina. Finalmente, los dos países tienen como objetivo concienciar al público de Zambia sobre los problemas relacionados con la tecnología.

Marruecos: estudia también la opción nuclear para satisfacer la creciente demanda de electricidad

Para Marruecos, la energía nuclear podría ser una de las soluciones para hacer frente al aumento de la demanda de energía reduciendo al mismo tiempo las emisiones del sector eléctrico. El reino ha invitado ya a la Agencia Internacional de Energía Atómica a evaluar la viabilidad de esta opción, una evaluación que ha concluido en un acuerdo conforme con los estándares marroquíes respeto al uso de la tecnología y otras recomendaciones.

Si las autoridades del Reino de Marruecos han anunciado que no se ha decidido nada al respecto, Rusia, sin embargo, ya ha dado sus primeros pasos y se ofrece para acompañar al país, si se toma la decisión.

República Democrática del Congo, pionero africano en lo nuclear

La República Democrática del Congo ha sido el primer país africano en adquirir un reactor nuclear en 1959. El reactor de investigación con una potencia de entre 10 y 50 kW había sido construido en el Monte Amba y el centro nuclear estaba destinado a la investigación, la enseñanza y producción de isótopos para uso agrícola y médico.

En 1972, se inauguró otro reactor de investigación, el Trico II, con una capacidad de 1 MW. Sin embargo, este último reactor solo funciona a baja potencia y por una duración definida, por falta de combustible (la entrega del combustible fue congelada por la empresa estadounidense General Dynamics después del embargo decretado por Estados Unidos contra el régimen del presidente Mobutu) y a causa de algunos problemas técnicos. Además, el Mount Amba, en el cual se construyó el centro, está sujeto a una erosión severa que podría llevar al derrumbe de la infraestructura.

Programas apoyados por los países desarrolladores de la industria nuclear…

Las ambiciones nucleares de los países africanos cuentan con el respaldo de muchos socios extranjeros con experiencia en el tema. Un apoyo vital para estos proyectos debido a las necesidades de los países africanos tanto en términos de experiencia técnica como de fondos necesarios para la implementación de diferentes proyectos.

Rusia, a través de la sociedad Rosatom, es una de las más activas en el continente. El país ha concluido ya memorandos de entendimiento sobre energía nuclear con Sudáfrica, Egipto, Nigeria, Kenia, Uganda y Zambia. China sigue de cerca, pero también Francia que está particularmente convencida de su superioridad tecnológica.

Otros países como Japón, Corea del Sur y Estados Unidos también han ingresado en la opción Africana por lo nuclear, diversificando así las opciones disponibles para los diversos países candidatos a la implementación de un programa nuclear.

… bajo la mirada preocupada de la gente

Los países desarrolladores de centrales nucleares y las organizaciones internacionales sobre energía nuclear son casi los únicos en dar la bienvenida, de manera serena, a los proyectos nucleares de los países africanos. El recurso a esta fuente de energía suscita debates muy intensos en las sociedades civiles, especialmente en círculos profesionales, cuando no enfrenta una oposición vehemente.

Los ingenieros nigerianos han declarado rotundamente que su país no puede permitirse recurrir a la energía nuclear porque no está preparada para esta tecnología. Las necesidades de mantenimiento y cuidado, según la Institución Nigeriana de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos (NIEEE), son demasiado altas para los conocimientos actuales del país en esta área. La organización ha presentado como prueba que la mayoría de los proyectos a escala semejante a lo nuclear que habían comenzado en el país no habían podido realizarse.

La Iglesia Católica de Sudáfrica, por su parte, ha pedido que la opción nuclear en el mix energético nacional sea sometida a un referéndum. «Dada la importancia de los riesgos económicos y de salud que el gobierno sudafricano exige a sus ciudadanos, es justo y crucial que el gobierno consulte directamente a su gente sobre el tema nuclear. Un referéndum es la mejor manera de asegurar el interés de la mayoria en este importante tema , ha instado la Conferencia Sudafricana de Obispos Católicos.

La principal preocupación de los ciudadanos está de hecho relacionada con los riesgos asociados a la opción nuclear, así como al riesgo que puede generar el modo de gobernanza en todos estos países.

Argumentos a favor de la opción nuclear

El uso de la energía nuclear tiene ventajas que valoran algunos países africanos.

La primera es la fiabilidad de la energía suministrada. Contrariamente a las energías renovables, una central nuclear puede, de hecho, producir energía casi continuamente, excepto en caso de mal funcionamiento o de paro por mantenimiento. Tiene un factor de disponibilidad de más del 80% y puede operar durante el día o durante la noche sin necesidad de cambio o de configuraciones especiales.

La electricidad producida por energía nuclear es también una de las que menos CO2 produce. Emite, para comparar, entre 5 y 17 gramos de CO2 por kilovatio hora generado, contra 800 a 1050 gramos por el carbón, 430 gramos porel gas, de 60 a 150 gramos por el solar,de 4 a 39 gramos por hidráulica y de 3 a 22 gramos por el viento. Sin embargo, este argumento debe relativizarse porque, como todas las centrales térmicas, las centrales nucleares liberan, durante su ciclo de enfriamiento, una gran cantidad de vapores de agua, un gas de efecto invernadero que contribuye significativamente al calentamiento global.

Las centrales nucleares tienen, también, un costo operativo relativamente bajo, en gran parte debido al costo competitivo del combustible nuclear utilizado para generar esta energía.

Los elementos disuasorios de la opción nuclear

1) El costo prohibitivo para ponerla en marcha…

A nivel económico, el costo de la puesta en marcha es el elemento más disuasivo. Varía entre 1800 dolares por kilovatio (costo promedio de construcción en India y China) y hasta 5800 dolares por kilovatio (costo de las centrales nucleares suizas y checas). Según las previsiones de Sudáfrica, el costo de instalación de una capacidad de un kilovatio debería rondar los 4000, dolares lo que daría como resultado una tarifa de alimentación de 93 centavos por kilovatio-hora, incluidos todos los costos de construcción y mantenimiento de la planta.

… y para desmantelarlo

Además, la investigación llevada a cabo por el Tribunal de Cuentas francés ha demostrado que este costo está aumentando a lo largo del tiempo. La inversión inicial en la construcción de las instalaciones de generación electrica debe incluir importantes gastos de investigaciónes privadas y públicas y costos futuros inciertos. Los costos de desmantelamiento de la instalación nuclear también deben ser tenidos en cuenta al determinar el costo de la infraestructura. Esta es una carga aún poco estimada internacionalmente debido a la falta de resultados de experiencia (los procesos de desmantelamiento más avanzados están aún en progreso). Sin embargo, los expertos creen que el desmantelamiento podría ser la mayor carga para los gobiernos y su industria nuclear comprometida en esta dirección.

2) largos plazos de entrega

La duración de la instalación de las centrales nucleares es también larga. Es de un promedio de 10 años, y puede durar hasta 25 años según algunas estimaciones.

Esto puede generar costos adicionales y hacer que el proyecto sea vulnerable a diferentes cambios tanto normativos como políticos, económicos y tecnológicos.

3) La cuestion sensible de la gestión de los residuos nucleares

Otra espina en el pie de la opción nuclear es la gestión de sus residuos. Los desechos nucleares son, de hecho, los desechos industriales más tóxicos y pueden plantear problemas de seguridad a muy largo plazo, ya que su nocividad puede extenderse durante varios siglos. La gestión de desechos nucleares es un proceso complejo y altamente especializado.

Su gestión es un proceso complejo que debe confiarse a una organización específica para un largo plazo. Esta gestión para ser llevada acabo de manera adecuada, requiere, por tanto, recursos significativos durante un largo plazo.

4) La escasez de mano de obra local especializada

La implementación de la energía nuclear en África también enfrentará una escasez de mano de obra local calificada. Ninguno de los países que desean utilizar la energía nuclear, incluida Sudáfrica, tiene actualmente mano de obra calificada para las fases de operación y mantenimiento de las plantas. Deben remediarse rápidamente para poder disponer de las habilidades necesarias para lograr sus aspiraciones.

5) Riesgos de accidente con consecuencias imprevisibles

Junto con sus ventajas y deficiencias, la energía nuclear también presenta ciertos riesgos. El desastre de Fukushima causó muchas víctimas en el corto, mediano y largo plazo.

El accidente nuclear es el principal y el más peligroso. El accidente nuclear más temido es la fusión del núcleo nuclear que ocurre cuando el combustible nuclear que contiene elementos altamente radiactivos se sobrecalienta y se derrite dentro del reactor, debido a la falta de enfriamiento. Su gravedad reside en el hecho de que existe una alta probabilidad de que los materiales fisibles (que pueden sufrir fisión nuclear) puedan encontrarse en el medio ambiente, emiten muchos isótopos altamente radiactivos. En caso de proliferación en el medio ambiente, estos elementos radiactivos pueden contaminar un sitio durante muchas décadas, lo que a veces lleva a la destrucción de la fauna y la flora. Esta fuga también puede afectar la salud humana durante muchos años. Estos accidentes también pueden afectar la vida económica de los países que son víctimas de ellos y, en algunos casos, como durante el desastre de Chernobyl, la radiación puede adquirir una dimensión continental. En general, el impacto de estos eventos es difícil de predecir porque dependen de varios factores tales como la presencia o ausencia de incendio o explosión o la presencia de vientos que exacerben la propagación de elementos radiactivos en el aire.

Gwladys Johnson

Fuente: Ecofin

[Traducción Jesús Esteibarlanda]

[Fundación Sur]


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