Los pastores etíopes luchan contra un medio ambiente cada vez más seco

30/10/2013 | Crónicas y reportajes

La vida nunca había sido tan difícil en los más de cincuenta años de vida de Dida Gemechu. El pueblo de pastores borana de la Región de Oromía, situada en el sur de Etiopía, depende del ganado para su sustento. No obstante, las sequías, cada vez más frecuentes, dificultan que se encuentre suficiente agua para sus rebaños.
Los pastores conforman un 11% de la población en Etiopía, aunque ocupan más del 60% del territorio del país, y son especialmente vulnerables a los cambios climáticos.

Gemechu afirma que el crecimiento demográfico ha causado problemas entre pastores y agricultores en relación con las tierras de pasto. Muchos pastores han tenido que reducir el tamaño de sus rebaños.
Tradicionalmente, los borana han determinado el estatus social en función del tamaño de sus rebaños. Hoy en día, una familia importante tiene un rebaño de 500 animales, la mitad de lo que solían tener; y una familia típica o normal suele cuidar unas 150 o 200 cabezas de ganado, muchas menos que antes.

Dida Kampara dirige una escuela de educación técnica y vocacional del pastoreo en Oromía (Oromia Pastoral Technical and Vocational Education College). No cree que los pastores deban cambiar totalmente su forma de vida, pero sí que se deben adaptar, y para ello reducir el tamaño de sus rebaños.

Kampara también explica que los pastores necesitan proteger los bosques y seguir pastando en tierras en las que no hay arbustos, y añade: «Se ha producido una invasión de arbustos alóctonos o extraños que han ido diezmando la flora natural de esta área semiárida».

Las autoridades etíopes animan a la gente a eliminar de raíz estos arbustos invasores y quemarlos para conseguir combustible, pero algunos pastores empobrecidos también están cortando árboles autóctonos para venderlos como carbón vegetal a los habitantes de las ciudades. Kampara asegura que los bosques son especialmente vitales en esta zona, ya que no hay ningún río en un radio de 300 kilómetros. Si se cortan los árboles, el suelo se seca.

El impacto de la deforestación es muy importante para los pastores, quienes tienen mucho más que perder que otras comunidades, ya que dependen de unas pocas especies de ganado que viven en un medio ambiente frágil.

Algunos están empleando métodos tradicionales para gestionar sus recursos y adaptarse a los cambios del medio. Los borana todavía practican el sistema Gadaa tradicional, que consiste en un complejo conjunto de normas sociales y políticas. Los borana y otras tribus pertenecientes a la etnia oromo utilizan el sistema Gadaa para definir las fronteras, la propiedad y otros asuntos legales sin tener que dirigirse a los tribunales etíopes.

«Nosotros sacrificamos una [vaca] cerca de un pozo para evitar que otras comunidades nos quiten este recurso limitado o para prevenir cualquier tipo de deforestación en la zona que rodea los lugares de abastecimiento de agua», cuenta el señor Gemechu.
Que haya sangre de un animal cerca del pozo indica a otros pastores que esa fuente de agua ya la ha reclamado alguien. Los que se «salten la cola» para obtener agua o corten árboles cerca de los pozos pueden ser sancionados.

Los borana aseguran que este método les ha permitido reducir el número de conflictos, a menudo mortales, entre ellos y otras tribus. Les ayuda a conservar sus recursos mientras que los pastos se reducen y las sequías empeoran.

Han incluido en sus rebaños otros animales, como los camellos y las cabras, ya que son muy resistentes y, además, pueden alimentarse de casi cualquier planta. Muchos siguen un sistema de pasto rotativo y guardan su rebaño durante la estación seca; algunos también cultivan alimentos, sobre todo judías, que maduran rápidamente durante el breve periodo de lluvias.

Sin embargo, el señor Kampara cree que la forma más efectiva de que los borana se adapten al cambio del clima es que encuentren buenos mercados para su ganado. Afirma: «El ganado borana cuenta con un gran renombre en Etiopía por su calidad, pero debido a la distancia con los mercados [estos] no han podido ser de gran ayuda para los pastores»

Gemechu asegura que la distancia con respecto a los mercados centrales hace que los pastores sean más vulnerables a la explotación por parte de los intermediarios locales, y le gustaría que el gobierno etíope abriese los mercados con el norte de Kenia para comerciar con el ganado.

(Alertnet)

Traducido por Ana María Peña Rubio

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