Los parlamentarios de Kenia aprobaron una subida de sus propios sueldos el día 28 de mayo, anulando el recorte que había ordenado la Comisión de Remuneraciones y Salarios, SRC, y desafiando a la opinión pública, así como desoyendo las peticiones del presidente Uhuru Kenyatta y que tengan paciencia y esperen a que la economía crezca.
La SRC recortó el salario libre de impuesto de los anteriores parlamentarios, en casi un 40%, hasta los 532.500 chelines, unos 6270 dólares. Pero el día 28 de mayo, los parlamentarios ignoraron las órdenes de la comisión y aumentaron su propio salario a 851.000 chelines, (unos 10.000 euros).
El aumento del sueldo es una de las primeras acciones tomadas por los legisladores, elegidos el pasado 4 de marzo, y pone sus salarios entre los más altos del mundo, y en torno a cien veces más que el salario mínimo de Kenia, según la AFP.
La presidenta de la SRC, Sarah Serem advirtió el día 29 de mayo que el secretario de la Asamblea Nacional, Justin Bundi y el del Senado, Jeremiah Nyegenye, podrían ser acusados de “abuso de su cargo y de malversación de fondos públicos”, si pagan a los parlamentarios más de lo que la SRC ha prescrito.
“La constitución establece la fijación de los salarios para los funcionarios del estado y eso es lo que hemos hecho”, explica Serem, añadiendo que el recorte de salario se ha implementado para dejar espacio al desarrollo.
Después de que se creasen las nuevas circunscripciones, dentro del marco desarrollado de sistema del gobierno, el número de parlamentarios se incrementó de 222 a 350, haciendo que los salarios extra supusieran una carga mayor para los contribuyentes.
Anteriores intentos de aumentar sus salarios desencadenaron protestas públicas, pero los parlamentarios dicen que es correcto que se aumenten el sueldo.
“No somos codiciosos en absoluto… nadie tiene poder para recortar nuestro salario sin nuestra autorización”, declaró el parlamentario William Cheptumo, al presentar la moción.
Los parlamentarios dicen que la SRC, establecida en 2011, como parte de la nueva constitución de Kenia, no ha seguido el reglamento apropiado. “Somos parlamentarios y se nos debe respetar”, declaró el parlamentario Mithika Linturi, añadiendo que la comisión “no tiene autoridad para fijar los salarios”.
A principios de este mes, numerosos manifestantes protagonizaron una protesta dramatizada “greedy pig” cerdos codiciosos, a la puerta del parlamento, soltando docenas de cerditos y vertiendo sangre en el pavimento, para protestar por la proposición de subida de salario.
(Sabahi, Somalia, 29-05-13)