“Los artistas, los parientes pobres de la “Semana Nacional de la Cultura” en Burkina Faso»
Oumar Démé es bailarín, coreógrafo, músico y fundador de la compañía Racine que acaba de ganar por quinta vez (2004, 2006, 2008 y 2010 con la compañía Dankan) el primer premio de coreografía en la 17 ª edición de la Semana Nacional de la Cultura (SNC). En esta entrevista evoca su carrera y nos habla de los avances y las limitaciones de la SNC y de los problemas de los artistas de Burkina Faso …
Sidwaya (S): Háblenos de Racine, su compañía.
Oumar Démé (OD): la compañía, la Racine en francés o «Lili «en diula fue creada el 20 de octubre de 2013 en Bobo- Diulasso. Es una compañía joven, pero compuesta por personas con mucha experiencia en el mundo de la coreografía. Acabamos de ganar, este año, el primer premio en coreografía de la Semana Nacional de la Cultura (SNC) de Bobo. En sus coreografías, la Racine se inspira en la riqueza de la cultura africana a través de los movimientos de su danza tradicional, moderna y contemporánea, en sus acrobacias, en el ritmo de sus instrumentos, como por ejemplo el balafón, la flauta, el ngoni, la kora, el violín tradicional, el djembe, el tokrotokro el kunda y la armónica.
Antes de la Racine había creado la compañía Dankan con la que gané el premio en coreografía en los años 2004, 2006, 2008 y 2010. Me tomé un descanso en 2012 pero los bailarines querían volver a la SNC. Así que creé la Racine. Recibí el premio especial a la mejor coreografía con Dankan y este año con la Racine.
S: ¿Cómo empezaste en el mundo de la coreografía?
OD: a partir de los 11 años, ya tenía mi pequeño grupo en el barrio donde vivía y bailábamos la música de artistas nacionales e internacionales y enseguida participamos en el Top, la fiesta de la cultura. Hice de esto mi profesión porque, para mí, era una pasión. Así que me decidí a vivir el arte, es decir, la coreografía, la música y la danza de una forma más profesional. Desde 1996 ya no he tenido ningún maestro, me he autoformado. En mis actuaciones me inspiro en espectáculos que he visto, sobretodo de pequeño y los adapto hasta que encuentro mi propio estilo. Esta es ya mi segunda compañía profesional y trabajo con 20 bailarines de ambos sexos, músicos y actores.
S: Usted ha sido ganador en varias ocasiones en la SNC. ¿Cuál es su secreto?
OD: No hay ningún secreto. Es únicamente el trabajo. Cuando amas profundamente algo te dedicas en cuerpo y alma a ello. En nuestra disciplina, más allá de la danza, hay que poner todo el énfasis en la creatividad, el contenido debe estar bien apoyado por la música y la expresión corporal. Esto requiere un trabajo de base. La inspiración debe ser muy profunda. La coreografía no es teatro, es el argumento de un tema que la gente tiene que entender.
S: ¿Cuál fue el tema de su coreografía llamada «la vida» en esta 17 ª edición del SNC?
OD: Yo quería hacer un recorrido sobre nuestras vidas, desde el nacimiento hasta la muerte. El espectáculo muestra la inocencia de un bebé en la infancia, su alegría de la infancia a la adolescencia, su felicidad de la adolescencia a la juventud su ambición de la juventud a la madurez y su infelicidad o felicidad de la madurez a la vejez. Esto quiere decir que no todos vamos de la misma forma por la vida, pero si venimos todos de la misma manera a la vida. Este trabajo está dedicado a la memoria de un músico de la compañía, Nouna Sanou, que murió después de una breve enfermedad.
S: ¿Cuál es su palmarés?
OD: representamos a Burkina Faso en los juegos de la Francofonía en 2005 y nos dieron la mención especial del jurado. En 2009 deberíamos haber participado en Beirut, Líbano, en los sextos Juegos de la Francofonía, pero las cosas no fueron bien debido a un fallo del comité organizador. Mi compañía y yo estábamos preparados, pero yo estaba en Bélgica y no podía desplazarme por un problema de mi visado. Sin mí, mi compañía no podía participar porque yo era el coreógrafo y el bailarín, al mismo tiempo. Hemos participado en diversos festivales en Europa, especialmente en Francia y Bélgica.
S: ¿Cuál es la particularidad de los festivales en Europa respecto a los de África?
OD: La visión de las cosas no es la misma. Las expectativas no son las mismas. Dentro de la SNC lo que nosotros hacemos es afro contemporáneo. En Europa se habla de danza contemporánea que está basada en el jazz y en el ballet. Hay distintos tipos de coreografías y éstas dependen de las expectativas de las partes interesadas y del público.
S: Después de 30 años de existencia, la SNC sigue enfrentándose a muchas dificultades. ¿Cómo valora estos fracasos de la organización?
OD: En todo, hay imperfecciones. Organizar un evento de la magnitud de la SNC no es fácil. El equipo anterior con Bitchibaly a la cabeza, tenía mucha experiencia en materia de organización. Había participado en la organización de la SNC incluso antes de ser el Secretario Permanente y había ido ganando experiencia a lo largo de las diferentes ediciones. Para el nuevo equipo ésta es su primera edición, por lo que es difícil juzgar en relación a los fallos que haya podido haber pero espero que tomen nota de las críticas constructivas de los demás para mejorar en futuras ediciones. Hay que tener en cuenta también las cosas positivas de esta edición. En ediciones anteriores sólo había un jurado para todas las asambleas regionales, pero este año, cada región tenía su jurado. Esto ha permitido que muchas personas del mundo de la cultura hayan podido participar en la SNC y aportar su visión. Las cosas han cambiado a mejor. Antes había personas que representaban a los artistas: te encuentro un papel y tú, a cambio, me das algo. Hoy en día, los artistas presentan ellos mismos una solicitud y no necesitan un representante. Si su solicitud es la seleccionada, se le otorga el papel y recibe su cachet. Sin embargo, aunque la SNC es un evento nacional, creo que se debería tener más en cuenta a los artistas de los pueblos. Animamos a los actuales responsables a estar bien informados, a acercarse a los más ancianos para aprender de su experiencia y mejorar en las futuras ediciones. Bitchibaly, para mí, es el baobab de la cultura de Burkina Faso. Conoce bien su trabajo y ha llegado a dominar su oficio. Este es un gran hombre de cultura con el que estuve trabajando codo a codo durante cuatro ediciones de la SNC.
S: ¿Cómo valora el importe de los premios recibidos?
OD: el primer premio en coreografía de la SNC es de 700 000 F CFA, y el premio especial de la ciudad es de 500 000 F CFA. La SNC, como evento nacional, debería recompensar con más que esto a sus artistas. Han recibido millones por el trabajo que hacemos pero creemos que los principales actores de la SNC, es decir los artistas son los parientes pobres del evento. La SNC es para los artistas, pero son ellos los que menos se benefician. Hay muchas personas que se han enriquecido a su costa. Algunos artistas descuidan la SNC, porque creen que no es rentable. Todo ese gasto en coreografía, el tiempo de aprendizaje, etc. no es comparable al precio que se paga. Yo personalmente he invertido en mis coreografías, no he reparado en gastos para conseguir al final algo bueno. Los espectadores disfrutan con el resultado final y lo aplauden. Yo no estoy en la SNC por el dinero ya que ni siquiera es mucho. Lo hago simplemente para mantener mi empresa y para ser reconocido en mi país. Por haber obtenido el primer premio en la SNC cuatro veces, fui nombrado Caballero de la Orden del Mérito de las Artes, las Humanidades y la Comunicación, a finales de 2011, en el Museo de la Música. Soy reconocido como un artista del pueblo, porque he hecho cosas por y para mi país.
Entrevista realizada por Wurotèda Ibrahima SANOU
Sidwaya
