Alrededor de 60.000 palestinos irrumpieron en Egipto el pasado día 23, después de las 15 explosiones que abrieron diversos agujeros en el muro de metal que marca la frontera, en busca de bienes de consumo básicos. Otras partes de la frontera entre Egipto y Gaza fueron derrumbadas con máquinas excavadoras.
Los palestinos se dedicaron a ir de compras en la ciudad de Rafah, donde las tiendas abrieron más temprano para atender a sus clientes que acudían a comprar todos los artículos de que carecen en Gaza desde que Israel decidiera cerrar todos los puntos de entrada a la zona, hacía una semana.
Los 2.000 oficiales de seguridad egipcios que custodian la frontera no intervinieron en el flujo de palestinos. El Presidente egipcio, Hosny Mubarak declaró en El Cairo, que había autorizado a los palestinos a cruzar la frontera porque no iban armados, y que dio la orden de dejar que los vecinos comprasen los bienes de primera necesidad que iban a buscar.
Por otra parte, unos 2.000 manifestantes, entre los que se encontraban algunos parlamentarios, fueron arrestados el miércoles por la tarde, en el centro de El Cairo, durante una protesta contra el bloqueo israelí a la franja de Gaza, según un portavoz de los Hermanos Musulmanes, el principal partido de la oposición de Egipto.
La protesta fue organizada por los Hermanos Musulmanes y algunos otros grupos políticos, tenía previsto desarrollarse en frente de la sede de la Liga Árabe, de forma pacífica, pero las fuerzas de seguridad bloquearon todas las calles que accedían a dicha sede, por lo que la manifestación se trasladó a la plaza de Tahrir. Allí, la policía comenzó a golpear a los manifestantes y llevó a cabo arrestos masivos.
(Daily News, Egipto, 23-01-08)