Los países vecinos de Zimbabue no se creen las acusaciones lanzadas por Robert Mugabe sobre militantes de la oposición preparándose en la vecina Botsuana para derrocar al presidente.
El presidente de Suráfrica, Kgalema Motlanthe, declaró que los países miembros de la Comunidad de Desarrollo del África Austral, SADC, han abierto una investigación sobre estas acusaciones vertidas por Zimbabue el mes pasado, pero Motlanthe, el actual presidente de la SADC, añadió que los líderes del bloque nunca se lo han creído.
Botsuana, que también pertenece a la SADC, siempre ha negado dichas acusaciones, el mes pasado cuando se lanzaron por primera vez y de nuevo esta semana.
La oposición de Zimbabue también ha negado repetidamente las acusaciones, considerándolas parte de un complot para crear un pretexto para declarar un estado de emergencia que daría a Mugabe plenos poderes en materia de seguridad.
Esta semana, los medios de comunicación de Zimbabue, todos ellos estatales, informaron de un ataque que se había producido contra uno de sus aviones, hiriendo a un militar, en lo que parecía ser una “escalada de ataques terroristas dirigidos contra personalidades zimbabuenses, funcionarios del gobierno, la clase dirigente y el sistema de transportes públicos”.
Mugabe, en el poder desde la independencia de Zimbabue de Gran Bretaña, en 1980, considerado cada vez más autocrático, y la oposición, mantienen estancadas las negociaciones para la formación de un gobierno de reparto, desde el pasado mes de septiembre. El callejón sin salida político en que se encuentra Zimbabue se suma a la crisis humanitaria y económica que ha provocado el hambre entre el pueblo de Zimbabue y ya se calcula que podrían llegar a mil los muertos por el reciente brote de cólera que asola el país.
Motlanthe, en rueda de prensa en Pretoria, no quiso por qué creía él que el régimen de Mugabe estaba haciendo estas acusaciones, se limitó a decir que había muchas “desconfianza” entre los políticos de Zimbabue.
El presidente surafricano también anunció que la SADC enviará ayuda humanitaria a Zimbabue, que consistiría en la creación de una nueva agencia independiente para el reparto de comida y alimentos, recordando el historial de acusaciones que tiene Zimbabue de secuestrar la ayuda humanitaria, por parte de la clase política, que después no la distribuye justamente. “Es importante que la ayuda llegue a todo el pueblo zimbabuense sin mediación de intereses políticos ni de ninguna clase”, aclaró.
Aunque casi todo lo que Motlanthe declaró el día 17 en la rueda de prensa podría considerarse como crítico con el liderazgo de Mugabe, Suráfrica no hace acusaciones explícitas, siempre argumentando que enfrentarse a Zimbabue, podría tener consecuencias negativas y Suráfrica no pedirá al líder del país vecino que dimita, como ya han hecho numerosos países de todo el mundo, sino que seguirá el camino marcado por los zimbabuenses en el acuerdo de septiembre, en el que se aceptó que Mugabe siguiera siendo presidente y el líder de la oposición, primer ministro.
Motlanthe pidió una vez más que se formase el gobierno de unidad con urgencia, para que pueda afrontar los problemas a los que se enfrenta el país.
(News 24, Suráfrica, 17-12-08)