La Agencia Internacional de Energía y el Grupo del Banco Africano de Desarrollo (BAfD) han publicado un informe en el que afirman que para cumplir con los objetivos de desarrollo y clima para el 2030 la inversión energética en África deberá duplicar su volumen. El director ejecutivo de la agencia, Fatih Birol, informó:
“El continente africano tiene un enorme potencial de energía limpia, incluida una gran cantidad de recursos renovables de alta calidad, pero el difícil telón de fondo para el financiamiento significa que muchos proyectos transformadores no pueden despegar«.
El gasto en la energía limpia en el continente africano se ha situado en el informe como el epicentro de la problemática, puesto que la deuda adquirida tras la pandemia covid-19, junto con el estallido de la guerra en Ucrania y otros conflictos, han acrecentado el riesgo que supone la inversión energética.
Este déficit resulta en la amenaza de alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible previstos para el año 2030 y pone en peligro también las transiciones de energía limpia, acentuando la brecha existente entre la economía africana y las economías más avanzadas, brecha en la que ha hecho hincapié el presidente del BAfD, Akinwumi Adesina.
Tanto la Agencia como el BAfD han abogado por la implementación y ampliación de determinados instrumentos financieros que permitan la reducción de los costos de capital, como sería por ejemplo el uso de nuevas herramientas que faculten la reducción de los riesgos percibidos a la hora de realizar una inversión.
[Fuente: The National News]
[Traducción y Edición, Yara Fernández]
[CIDAF-UCM]
