El Congreso de Todos los Musulmanes de Mauricio ha amenazado con convocar manifestaciones por las calles de la capital, Port Louis, para protestar contra la decisión del gobierno de enviar a todos los trabajadores textiles hombres de Bangladesh de vuelta a su país.
El presidente del Congreso, Reshad Hosennee, ha dicho que el gobierno debería permitir a todos los bangladesís, hombres y mujeres, seguir trabajando en el país.
El Congreso de los Musulmanes se opone a que sólo se permita a las mujeres bangladesís trabajar en Mauricio.
El presidente del sindicato de manufacturas textiles también ha denunciado que desde enero, su sindicato lleva cuestionando la decisión del gobierno de expulsar a los bangladesís del país. Desde principios de 2009, ninguna empresa ha obtenido una explicación oficial de por qué no se renueva el permiso de trabajo a los blangladesís.
Mientras tanto, el ministro de Trabajo, Jean Francois Chaumiere, ha declarado que la decisión del gobierno de enviar de vuelta a su país a unos 6.000 trabajadores antes de que finalice este año, es debido a la crisis, para salvaguardar el empleo de los nacionales, y ha recordado que siempre ha habido problemas con los trabajadores de Bangladesh. “Muchos de ellos llegan a Mauricio con contratos de trabajo falsos y pasaportes falsos. Algunos se han quedado de manera ilegal en el país después de que se terminase su contrato de tres años”.
En Mauricio, con una población de menos de un millón y medio de habitantes, trabajan unos 31.000 extranjeros, sobre todo en el sector textil y de envasado de atún.
(African Press Agency, 30-07-09)