Los ministros africanos de salud han respaldado una estrategia regional para intensificar acciones contra la resistencia a los antimicrobianos, que se estima contribuyó directamente a 1,27 millones de muertes en el África subsahariana en 2019.
La región enfrenta una alta carga de resistencia a los antimicrobianos, que ocurre cuando bacterias, virus, hongos y parásitos cambian con el tiempo y ya no responden a los medicamentos, lo que hace que las infecciones sean más difíciles de tratar. A nivel mundial, se prevé que alrededor de 10 millones de personas –incluidos 4,1 millones en la región africana– mueran para 2050 a causa de la resistencia antimicrobiana.
Si bien la mayoría de países africanos tienen planes de acción nacionales para abordar la resistencia antimicrobiana, su implementación es deficiente debido a la falta de compromiso político, una vigilancia antimicrobiana inadecuada, incluyendo una insuficiente capacidad de laboratorio, una limitada capacidad para asegurar el uso optimizado de los antimicrobianos y promover la conciencia y la comprensión de la amenaza que plantea la resistencia antimicrobiana. Las deficientes medidas de prevención y control de las infecciones y los inadecuados servicios de agua, saneamiento e higiene también plantean desafíos.
«La creciente amenaza de resistencia antimicrobiana requiere una acción ampliada y sostenida por parte de todos, desde los gobiernos hasta los individuos y en todos los sectores», afirmó el Dr. Matshidiso Moeti, director regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para África. “El compromiso asumido hoy llega en un momento crucial. La OMS seguirá apoyando a los países para reforzar las medidas para una respuesta eficaz contra la resistencia a los antimicrobianos”.
La resolución adoptada durante la septuagésima tercera sesión del Comité Regional de la OMS para África en Gaborone, Botsuana, tiene como objetivo fortalecer la coordinación y la gobernanza de las acciones contra la resistencia antimicrobiana, mejorar la concientización y la comprensión, intensificar la vigilancia de la resistencia a los antimicrobianos y el uso de antimicrobianos y reforzar las regulaciones nacionales y leyes aplicables.
La estrategia regional tiene como objetivo que, para 2030 todos los países tengan un enfoque operativo de “Una salud” (que abarque la salud humana, animal y ambiental) en acciones prioritarias contra la resistencia a los antimicrobianos. Todos los países deberían tener también un sistema de seguimiento y evaluación, llevar a cabo programas nacionales de concientización y haberse inscrito en un portal global para un enfoque estandarizado para la recopilación, análisis, interpretación e intercambio de datos. Además, todos los países deberían implementar medidas para optimizar el uso responsable de antimicrobianos en los centros de atención de salud para 2030.
En la región africana, la carga de la resistencia a los antimicrobianos se ve también exacerbada por la falta de cumplimiento de las prescripciones y regulaciones de venta, así como el uso indebido y excesivo de antibióticos en la alimentación humana y animal, lo que conduce a la propagación de cepas resistentes a antibióticos.
El uso inadecuado de antimicrobianos en humanos, plantas y ganado aumenta el riesgo de infecciones con microbios resistentes a los tratamientos disponibles, lo que puede provocar enfermedades graves y la muerte.
Fuente: OMS Africa
[Traducción, Jesús Esteibarlanda]
[CIDAF-UCM]