Aparentemente el ejército de Guinea Conakry ha dado un golpe de estado inmediatamente tras la muerte de Lansana Conté, el presidente del país que llevaba 24 años en el poder.
En un comunicado leído en la radio estatal, unas horas después de la muerte de Contée, los militares anunciaron que el gobierno quedaba disuelto y la constitución suspendida. “Las instituciones de la república se han mostrado incapaces de resolver la crisis a la que se enfrenta el país”, afirmó el capitán moussa Dadis Camara, en el discurso leído a través de Radio Conakry.
“Desde hoy, se suspende la constitución y la actividad política y sidicalista”, añadió.
Camara dijo que los representantes militares y civiles formarán un “Consejo Consultativo” para ocupar el lugar del gobierno depuesto y de las instituciones del estado.
Un alto funcionario de la Unión Africana ha declarado que estaban “preocupados y observando con mucho interés” la situación en Guinea.
Último recurso
Richard Cornwell, del Instituto para Estudios de Seguridad de Suráfrica declara que “hemos estado esperando desde hace algunos años que la salud de Lansana Conté finalmente cediera… y no ha habido preparación alguna para ninguna clase de sucesión. Esto era de esperar. Era el último recurso, pero en realidad un único recurso”. “Lo que realmente nos preocupa, más incluso que el golpe de estado es el hecho de que el ejército pueda dividirse y esto pueda degenerar en una guerra civil. Y por supuesto con Guinea, estando donde está, con Sierra Leona y Liberia como sus más cercanos vecinos, esto sería muy peligroso en esa región”.
Cornwell considera que la población debe estar esperando a ver qué ocurre con la nueva facción militar en el poder, cuyos miembros y postura todavía son desconocidos.
“Pero obviamente [el grupo] también es consciente de que la Unión Africana no está dispuesta a reconocer a ningún gobierno que emerja de un golpe de estado, de ahí la incorporación de políticos civiles”.
Conté, de 74 años de edad era uno de los líderes que más tiempo llevaba en el poder, Murió el día 22 por la noche en Conakry, la capital ,tras una larga enfermedad, según informó el primer ministro en ese momento, Tidiane Souare.
Antes del golpe de estado, Souare había hecho un llamamiento a la “calma y la moderación” y al ejército que ayude a mantener la paz.
Se pidió al Tribunal Supremo que encuentre un sustituto a Conté, que era una diabético recluido y un fumador empedernido.
Se han declarado 40 días de luto nacional.
Victorias electorales
El antiguo soldado colonial lideró el mayor exportador de bauxita del mundo con tácticas de puño de hierro, desde que llegó al poder en 1984, después de Sekou Toure, el primer presidente del país del África Occidental, muriese en un hospital de Estados Unidos.
Conté ganó tres elecciones en el país, después de 1993, Sin embargo, las votaciones habían sido siempre boicoteadas por los grupos de oposición por considerarlas antidemocráticas.
Conté tiene una delicada salud desde 2002, incluso ha caído en coma en alguna ocasión, generando continuamente rumores sobre su estado de salud. Esto hizo que apenas hiciera campaña para las elecciones de 2003, pero sin embargo ganó con un 95 % de los votos.
Los partidos de la oposición cada vez han pedido con más insistencia que dimitiese Conté, que casi siempre estaba en el extranjero, en Marruecos, Suiza y Cuba, para someterse a tratamientos médicos, haciendo crecer los temores por la inestabilidad política, o que muriera mientras estaba en el poder.
Desafiante
La manifestación contra su régimen, en 2007, y otra el mes pasado, fueron reprimidas mortalmente, con 186 y cuatro muertos respectivamente.
Sin embargo, él era desafiante en cuanto a su posición, hacia el final de su reinado. “Soy el jefe, los demás son mis subordinados”, declaró en 2007.
“No hay ni que hablar de la cuestión de la transición”, declaró después de que alguien le preguntase sobre quién podría sustituirle.
Después de que el país obtuviera la independencia de Francia, en 1958, Conté ascendió dentro del ejército hasta convertirse en el segundo a la cabeza, antes de ser elegido para liderar el Comité de Recuperación Militar, que derrocó al gobierno, prometiendo un gobierno civil y la democracia.
(Aljazeera, 23-12-08)