El principal grupo de militantes de Nigeria ha lanzado una advertencia sobre más enfrentamientos con el ejército de Nigeria, en la región productora de petróleo del Delta del Níger, y ha añadido que ha trasladado a los dos rehenes británicos que mantiene retenidos, para evitar que sufran daños, en previsión de inminentes disturbios.
El Movimiento para la Emancipación del Delta del Níger, MEND, ha declarado que se unirá a la lucha entre la fuerza militar conjunta y los jóvenes, que protestan contra la compañía gigante petrolera, Royal Dutch Shell, en el estado del sur, Bayelsa.
Hombres armados atacaron al personal naval encargado de la seguridad de las instalaciones de Shell, en Nembe, en Bayelsa, el pasado día 13 de abril, matando a uno de los guardas y robando cuatro lanchas motoras rápidas, pertenecientes a la compañía, en lo que el ejército ha considerado una venganza por el hundimiento de varias embarcaciones de los rebeldes.
Los militantes dieron una versión diferente, asegurando que los guardas muertos habían sido tres, y que habían robado, además de las cuatro lanchas, dos lanchas cañoneras, añadiendo que no podían garantizar la seguridad del personal y las propiedades de Shell, “Queremos advertir que si algún campamento de MEND es atacado, la región del Delta del Níger al completo se convertirá en in escenario de otra guerra civil”, advierte el grupo.
“La misma postura será adoptada si el ejército lleva a cabo cualquier invasión de castigo en las empobrecidas comunidades que protestan contra Shell”, añaden.
Los militantes, que ya han lanzado este tipo de amenazas en el pasado, es el último de una saga de grupos militantes que han pretendido hacer públicas las demandas de lo que ellos consideran un reparto más justo de las riquezas que obtiene Nigeria del Delta, donde se encuentra la mayor producción de petróleo de África.
Muchos pueblos viven sumidos en la pobreza, después de cinco décadas de extracción de petróleo y las comunidades locales acusan a las compañías petroleras extranjeras, aunque la corrupción de los políticos nacionales, también ha hecho que las derechos y regalías pagados por esas compañías se hayan desviado.
Los ataques a instalaciones de la industria del crudo por parte de los militantes o los saboteadores que roban petróleo son frecuentes en el Delta, pero la confrontación con el ejército ha sido algo excepcional últimamente.
La inseguridad en la región ha recortado la producción de petróleo de Nigeria, forzando a las gigantes petroleras extranjeras a evacuar a todo su personal excepto los esenciales, perjudicando los beneficios de los otros miembros de la OPEC y exacerbando el impacto de la crisis global.
El ministro de Finanzas, Mansur Muthar, aseguró el mes pasado que la producción de petróleo hasta el momento este año ha rondado los 1.6 millones de barriles diarios, casi la mitad de la capacidad de producción del país, de 3 millones de barriles diarios, todo ello debido a la inseguridad.
Los militantes mantienen como rehenes a dos británicos, que trabajan en las petroleras extranjeras, desde hace siete meses, y aseguran que no los liberarán hasta que uno de sus líderes, Henry Okah, sea sacado de la cárcel.
(The Mercury, Suráfrica, 16-04-09)