Desde Libia se ha difundido la información sobre 60 somalíes desparecidos, tras haberse embarcado en una travesía desde las costas de Libia con dirección a Italia, en una desvencijada embarcación. El barco salió de Libia el 5 de mayo y no se ha vuelto a saber nada sobre su paradero.
Uno de los traficantes de inmigrantes, que se negó a dar su nombre, declaró a Shabelle, que el 100 % de los migrantes han muerto ahogados.
La razón por la que su barco naufragó podría ser las malas condiciones climatológicas del mar cuando zarparon.
En conferencia telefónica con Shabelle un emigrante somalí, que se hallaba a bordo del barco camino de Italia, y que había salido de Libia, Yusuf Osman, declaró que un barco con más de 120 pasajeros, había volcado ante sus ojos, después de que dos de los inmigrantes a bordo se enzarzasen en una pelea dentro del barco.
Yusuf, que estaba convencido de que él sí llegaría sano y salvo a Italia declaró también que hay cientos de somalíes en las cárceles de Libia, donde los guardias de la prisión abusan de ellos.
Por otra parte, una mujer somalí dio a luz a su hijo en una embarcación de este tipo, camino hacia Italia, en la que viajaban 38 migrantes ilegales, 7 de ellos mujeres, y fueron rescatados por un barco de la guardia costera, cerca de la costa de la isla de Lampedusa, al sur de Italia. Todos estos inmigrantes ilegales hacen su viaje justo cuando el Consejo de Ministro de Italia ha tomado unas duras medidas policiales contra los que piden asilo y los inmigrantes.
En las últimas semanas, 92 migrantes, la mayoría somalíes, han sido rescatados por la guardia costera italiana de dos embarcaciones diferentes, que habían pedido socorro por teléfono vía satélite.
Miles de migrantes ilegales hacen esta peligrosa travesía desde el norte de África hasta Italia y otros puntos del Mediterráneo, cada año, en busca de una vida mejor.
Todavía es muy pronto para decir si los inmigrantes serán desterrados por las duras leyes italianas, un “paquete de seguridad” diseñado para combatir el crimen y la inmigración ilegal. Entre las provisiones aprobadas por los Ministros está una medida por la que un inmigrante ilegal será considerado como un criminal, y por tanto se enfrentará a condenas de prisión de hasta cuatro años. Además esta ley hará que sea más fácil expulsar a los inmigrantes y tomar medidas de represión contra los solicitantes de asilo.
Las autoridades italianas también podrán detener a inmigrantes en centros temporales hasta 18 meses y hacerles pruebas de ADN a los inmigrantes que quieran visitar a sus familiares en Italia, para estar seguros de que son familiares cercanos.
En abril, más de 1.000 personas del norte de África y de Somalia alcanzaron la isla de Lampedrusa, uno de los punto de llegada favoritos de los migrantes ilegales, ya que está cerca de África y cerca de Europa.
Una de las peores tragedias de somalíes ocurrió a finales de mayo, cuando la embarcación en la que viajaban más de 13 se hundió y todos sus ocupantes murieron. En Roma se rindió un emocionado tributo a los 13 migrantes somalíes que murieron intentando desesperadamente alcanzar las costas europeas.
Cientos de personas acudieron al funeral, con los 13 ataúdes expuestos enfrente del ayuntamiento de Roma, para dar su adiós a estos hombres y mujeres sin nombre, que murieron buscando una vida mejor, pero que cayeron víctimas del frío y el hambre en su lugar. Algunos supervivientes de esta horrible travesía, aseguran que hay muchos más cuerpos en el mar.
Esta tragedia traumatizó a muchos italianos y Roma respondió con una ceremonia formal para honrar a los 13 muertos, en la gran plaza que un día fuera el centro del Imperio Romano.
“He venido a expresar mi compasión a esta gente que huyó de sus hogares en busca de una vida mejor para no encontrar más que sufrimiento y la muerte”, decía una mujer italiana llorando durante el funeral.
El Gobierno de Italia ha puesto en marcha una durísima legislación para desanimar a los inmigrantes a intentar colarse en el país, pero inconscientes de los peligros que acechan, viejos barcos destartalados zarpan regularmente de las costas de Libia y Túnez, abarrotados con inmigrantes que se dirigen a las costas italianas. Muchos de ellos, nunca lo conseguirán.
(Shabelle, Somalia, 05-06-08)