La batalla del expresidente sudafricano Jacob Zuma para permanecer en el cargo, a pesar de que el partido gobernante ANC le pidiera reiteradamente su renuncia, es la última de una larga historia de controversias.
Estos son algunos de sus mayores escándalos:
Cargos por violación y VIH
Antes de asumir el cargo, Zuma fue llevado a juicio en 2006 por violación, en un caso que consternó a muchos sudafricanos. Zuma explicó que el sexo, con una persona de 31 años, amiga de la familia, había sido consensual. Fue absuelto.
Zuma explicó ante el tribunal que se había duchado para evitar contraer enfermedades tras tener relaciones sexuales sin protección con la «victima», que era VIH positivo. Zuma respaldaba asi un mito común en sudáfrica, pero muy peligroso. Además, Zuma era el jefe del Consejo Nacional del SIDA de Sudáfrica en ese momento, y fue ridiculizado por su ignorancia. Todavía aparecen caricaturas en los periódicos, que a menudo lo representan con una boquilla de ducha que brota de su calva. Casi una quinta parte de los sudafricanos de entre 15 y 49 años son VIH-positivos.
Costos de Nkandla
Zuma fue acusado en 2014 por haberse «beneficiado indebidamente» de las llamadas actualizaciones de seguridad a su residencia rural de Nkandla, en la provincia de KwaZulu-Natal. Fue sentenciando a la devolución del dinero.
El trabajo, pagado con dinero de los contribuyentes, costó 22 millones de euros e incluía una piscina, que se describió como una instalación de lucha contra incendios, un recinto de ganado, un anfiteatro y un centro de visitantes.
Durante dos años, Zuma luchó contra la orden de devolver parte del dinero. El escándalo llegó a dominar su presidencia, con legisladores de la oposición cantando «¡Devuélvanme el dinero!» Cada vez que aparecía en el parlamento.
En marzo de 2016, el Tribunal Constitucional le ordenó que devolviera el dinero y sufrió una reprimenda de los jueces que lo acusaron de no respetar la Constitución.
Guptagate
A medida que la debacle de Nkandla llegó a su clímax, su lugar en los titulares fue superado por un nuevo escándalo conocido como Guptagate, que implicaba la supuesta relación corrupta del presidente con una rica familia de inmigrantes indios encabezada por tres hermanos, Ajay, Atul y Rajesh Gupta, que construyeron un imperio comercial en la minería, los medios, la tecnología y la ingeniería. Los rumores de la influencia de la familia sobre el presidente estallaron en 2016 cuando surgieron pruebas de que presuntamente ofrecían empleos clave en el gobierno a quienes pudieran ayudar a sus intereses comerciales.
El depuesto viceministro de Finanzas, Mcebisi Jonas, reveló que los Guptas le habían ofrecido una promoción poco antes de que Zuma despidiera al respetado ministro de finanzas Nhlanhla Nene en diciembre de 2015. La oposición Alianza Democrática (DA) presentó cargos de corrupción contra los Guptas y el hijo de Zuma, Duduzane.
Acuerdo de armas
En octubre de 2017, después de una maratónica campaña legal del partido DA, el Tribunal Supremo de Apelaciones dictaminó que Zuma era responsable del enjuiciamiento por casi 800 cargos de corrupción relacionados con un acuerdo de armas de los 90. Las acusaciones se relacionan con un acuerdo de armas multimillonario firmado en 1999, cuando Zuma era vicepresidente. Presuntamente aceptó sobornos de fabricantes internacionales de armas para influir en la elección del armamento.
El asesor de Zuma, Schabir Shaik, fue encarcelado durante 15 años en 2005. Fue puesto en libertad condicional por razones médicas en 2009, el año en que Zuma se convirtió en presidente.
Después de dejar el cargo, Zuma se enfrenta a más de 18 cargos criminales por los 783 pagos que recibió.
Omar al-Bashir
A pesar de una orden de arresto de la Corte Penal Internacional para arrestar al presidente sudanés Omar al-Bashir por cargos de crímenes de guerra en el conflicto de Darfur, Bashir pudo asistir a una reunión de la Unión Africana en Johannesburgo en 2015. El gobierno sentenció que el hecho de que asistiera a la cumbre como jefe de estado significaba que tenía inmunidad, pero el tribunal no estuvo de acuerdo.
Zuma escapó a un intento de juicio político sobre el tema en el parlamento en septiembre de 2016, cuando los legisladores del ANC votaron abrumadoramente en su contra.
Fuente: The East African
[Traducción, Muriel Balda Aspiazu]
[Fundación Sur]
Artículos Relacionados:
– Sudáfrica, Jacob Zuma amenazado por un explosivo informe
– El presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, sobrevive a una moción de censura