Entre los miles de huelgas en más de 150 países del mundo, la más significativa es la de Nueva York, el 20.9.2019, por estar encabezada por la activista Greta Thunberg, y por desembocar en la sede de la ONU, donde se reúne la Cumbre del Clima, el día 23.9.2019.
Cientos de miles de estudiantes, en una movilización escolar de escala global, exigen: “menos discursos y más acción para detener el calentamiento global”. De Sídney a São Paulo, pasando por París, Bruselas, Dinamarca, Finlandia, Londres, Washington, Johannesburgo o México, los alumnos han cerrado sus cuadernos, han emulado a Greta Thunberg, la activista sueca que ha hecho despertar en el mundo la conciencia ambiental, y se han sumado a un tsunami verde con epicentro en Nueva York.
«Si nadie actúa lo haremos nosotros. No somos simples jóvenes que se saltan las clases. Somos la vía para el cambio. Juntos somos imparables», ha dicho Thunberg ante la multitud que la ha acompañado en la ciudad estadounidense. La activista ha cifrado en 250.000 los manifestantes de Nueva. York, y unos cuatro millones en el mundo.
En total, están programados más de 5.000 actos en 156 países que culminarán el próximo viernes (27.9.2019), con una huelga mundial a la que esta vez no se sumarán solo estudiantes: la protesta está respaldada por miles de asociaciones de la sociedad civil.
Rigoberta Menchú, premio Nobel de la Paz (1992), pidió este viernes tres veces perdón a la Tierra. “Perdón por ensuciarla, perdón por no cuidarla, perdón por destruirla”. Junto a ella otros diez Nobel de la Paz. Entre los participantes, los expresidentes de Colombia, Juan Manuel Santos y Polonia, Lech Walesa, la jurista iraní Shirin Ebadi y la activista yemení Tawakkul Karman.
“Hay que hacer comprender a la gente que hay una emergencia climática hoy, que el problema del calentamiento es de hoy, que la salud pública está amenazada hoy, que el mar está subiendo hoy, que las temperaturas ya están provocando problemas muy graves”, enfatizaba esta semana el secretario general de la ONU.
Estas protestas me parecen increíbles, esperanzadoras y necesarias, pues los gobiernos deben rebajar emisiones y eso pasa por consumir menos materiales y energías a escala global, redistribuir la riqueza y asumir que el planeta tiene recursos limitados. Hay una clase consumidora global que está llevándonos al precipicio.
La campaña va camino de convertirse en la mayor movilización climática de la historia. Algunos países como Alemania, Kenia, Surafrica, ya están apostando fuerte por la energía renovable.
Para evitar que el aumento de la temperatura del planeta supere 1.5 grados, hay que reducir las emisiones globales del dióxido de carbono en un 45% para 2030.
Necesitamos promover una economía basada en energía renovable y en un consumo de recursos que sea sostenible.
Exigimos a los gobiernos apostar por una economía más justa, sostenible y ecológica. No lo vamos a dejar en manos de partidos o gobiernos.
Nosotros los Pueblos decidimos.
