Mientras miles de soldados kenianos persiguen a los militantes relacionados con Al Qaeda en Somalia, los estudiantes de la universidad han mostrado su enfado por el hecho de que el gobierno de Kenia pueda permitirse operaciones militares pero no un aumento del salario de miles de profesores universitarios.
Cientos de estudiantes de la universidad de Nairobi, protagonizaron una protesta después de que unos 7.000 profesores hayan declarado una semana de huelga. La policía disparó al aire para dispersar a los estudiantes, algunos de los cuales se había preparado para los exámenes de principios de esta semana, que han sido aplazados por la huelga.
Los profesores de universidad ganan alrededor de 800 dólares al mes en Kenia, y sus salarios no han subido nada en los tres últimos años.
La ministra de Educación Superior de Kenia, Margaret Kamar, declaró que ella simpatiza con los profesores, que decidieron el pasado 17 de noviembre posponer su huelga dos semanas, para permitir la celebración de negociaciones, pero simplemente no hay suficientes recursos financieros.
“Nos hemos sentado y discutido con el primer ministro y el ministro de Finanzas, no podemos aumentar nada porque nuestros chicos están en Somalia”, dijo Kamar.
Cientos de soldados kenianos han entrado en Somalia el mes pasado para perseguir a los militantes de Al Shabaab, que a su vez han amenazado con atacar dentro de Kenia, en venganza por la invasión.
El presupuesto militar en Kenia no es público, y el gobierno no ha dicho cuánto durará la operación o cuánto costará.
Tiempos duros económicamente
No podría haber tenido lugar en peor momento para los kenianos. En octubre la inflación era del 19 % debido a que los precios de los alimentos y la energía se habían disparado, provocado por una depreciación del chelín keniano, contra el dólar. El banco central de Kenia subió el tipo de interés recientemente, para frenar la caída del chelín, haciendo que subiera el coste de los préstamos personales.
Stephen Mutoro, un funcionario de la Federación de Consumidores de Kenia, ha declarado que apenas se preparó la invasión de Somalia, por eso ahora el gobierno está enviando a funcionarios a Israel, a Oriente Medio y a Europa, para pedir apoyo financiero.
Maina Kiai, una abogada keniana y activista de derechos humanos, afirma que el gobierno de Kenia violó la constitución al decidir eludir la aprobación del parlamento, para las operaciones militares en Somalia. Esta acción elimina la supervisión de cómo están siendo utilizados los fondos públicos. “El parlamento debe aprobar la incursión militar, ya que las guerras siempre cuestan más del dinero que hay en el presupuesto”, dice Kiai. “También ayuda la transparencia en estas situaciones, donde está demostrado en todo el mundo que es una fuente fácil de corrupción y robos”.
Oburu Odinga, el viceministro de Finanzas, declaró en el parlamento esta semana que el gobierno reubicará el dinero extra de los diferentes ministerios del gobierno, para financiar la operación en Somalia. Agregó que el gobierno pedirá la aprobación parlamentaria después.
Muga K’Olale, secretario general del sindicato de persona académico de la Universidad, que convocó la huelga de profesores de una semana, dijo que llevan pidiendo una revisión de su salario dos años. La operación militar en Somalia no puede ser una excusa ahora para no subirnos el sueldo”, exclamó.
Los estudiantes se manifestaron para que paguen a los profesores y así poder hacer sus exámenes.
(News 24, 18-11-11)