Los Estados Unidos y las guerras en el Sahel, por Gary K. Busch (Parte 1/6)

26/07/2017 | Opinión

Washington ha estado en guerra en África durante años. Pero en las zonas francófonas del continente, es París quien tiene el control total. Quién se convierte en presidente y cómo se llevan a cabo los asuntos nacionales son asuntos determinado por los franceses para su propio interés bajo la doctrina de la era colonial la françafrique. Y los contribuyentes estadounidenses pagan gran parte de la factura por este neocolonialismo.

Al final de su primera semana en el cargo, el recién elegido presidente Emmanuel Macron visitó a las tropas francesas en el país de África Occidental de Malí. Macron voló a Gao, una ciudad en el norte del país, donde la agitación política y luchas étnicas han estado estallando durante más de cinco años. Se reunió con algunos de los 1.600 soldados franceses estacionados allí, en la mayor base militar francesa fuera de Francia. Los franceses habían intervenido en su antigua colonia en enero de 2013 en un esfuerzo por expulsar a los grupos vinculados a Al Qaeda que habían aprovechado los disturbios y conflictos creados por una rebelión de los tuareg en 2012 para tratar de tomar el control del gobierno central en Bamako, capital de Malí. Esta rebelión se extendió por todo el Sahel; una zona ecoclimática y biogeográfica de transición en África entre el Sahara, al norte, y la Sabana sudanesa, al sur, que cubre más de 3,053 millones de km².

Antes de que se pueda explicar el papel desempeñado por los Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo en el Sahel, es importante comprender el papel continuo del Gobierno y del ejército franceses en la región. Francia estableció bases militares en África durante el período colonial y mantuvo una presencia militar en África después de la «independencia de la bandera» de sus antiguas colonias en los años sesenta. Con excepción de Guinea, la lucha por la independencia de los estados africanos terminó con una bandera, un himno nacional, un equipo de fútbol y una continuada dependencia de Francia bajo los términos del Colonial Pact. Los términos de este pacto se acordaron en el momento de la independencia como condición de la descolonización de los estados Africanos.

El Acuerdo del Pacto Colonial consagró una serie de preferencias especiales para Francia en los procesos políticos, comerciales y de defensa en los países Africanos.

En defensa, acordó dos tipos de contacto continuo. El primero fue el acuerdo sobre cooperación militar o acuerdos de Ayuda Técnica Militar (AMT). Éstas abarcaban la educación, formación de soldados y oficiales de las fuerzas de seguridad Africanas. El segundo tipo, secreto y vinculante, fueron los acuerdos de defensa supervisados y ejecutados por el Ministerio de Defensa francés, que sirvió de base legal para las intervenciones francesas en los estados africanos por fuerzas militares francesas. Estos acuerdos permitieron que Francia dispusiera de tropas y policías en bases a través de África. En otras palabras, el ejército francés y unidades de gendarmería presentes de manera permanente y por rotación en bases e instalaciones militares en África, dirigidas enteramente por franceses. El Pacto Colonial era mucho más que un acuerdo para estacionar soldados en toda África. Somete las economías de África al control de Francia. Hizo el franco CFA, la moneda nacional en ambas regiones coloniales anteriores de África, y creó una dependencia continua, y forzada de Francia.

estados_unidos_africa.pngEn resumen, el pacto colonial mantuvo el control francés sobre las economías de los Estados Africanos:

• Tomó posesión de sus reservas en divisas.

• Controló las materias primas estratégicas del país.

• Estacionó tropas en el país con derecho a libre paso.

• Exigía que todo el equipamiento militar fuera adquirido de Francia.

• Se hizo cargo de la formación de la policía y del ejército.

• Exigía que las empresas francesas pudieran mantener monopolio en áreas clave (agua, electricidad, puertos, transporte, energía, etc.).

• Exigía que en la adjudicación de contratos públicos en los países africanos, las empresas francesas tuvieran prioridad; sólo después podrían los africanos buscar en otra parte. No importaba si los africanos podían obtener una mejor relación calidad-precio en otros lugares, las empresas francesas tenían prioridad y casi siempre obtuvieron los contratos.

• Los estados africanos deben pagar una contribución a Francia cada año por la infraestructura creada por el sistema colonial francés y dejada atrás cuando se concedió la independencia.

• Francia no sólo impuso límites a las importaciones de una serie de artículos procedentes de fuera de la zona franca, sino que también estableció un mínimum de importaciones procedentes de Francia. Estos tratados siguen vigentes y operativos.

El sistema se conoce como Françafrique. Estas políticas de Françafrique no fueron impuestas por la Asamblea Nacional francesa ni fueron el resultado de ningún proceso democrático. Ellas fueron el resultado de las políticas llevadas a cabo por un pequeño grupo de personas en la oficina del presidente francés, la «African Céll», comenzando con Charles De Gaulle y su especialista africano, Jacques Foccart.

Durante los últimos cincuenta años, la secreta y poderosa «African Céll» ha supervisado los intereses estratégicos de Francia en África, ejerciendo poder sobre una amplia franja de antiguas colonias francesas. Actuando como un mando general, la Célula utiliza los militares de Francia como un martillo para instalar líderes que considera favorables a los intereses franceses y eliminar a aquellos que representan un peligro para la continuación del sistema. Dejando de lado los canales diplomáticos tradicionales, la Célula informa sólo a una persona: al presidente.

Bajo Chirac, la política africana fue dirigida por el propio presidente. Trabajó con la «Cellule Africaine» compuesta por el African Advisor, Michel De Bonnecorse, Aliot-Marie (ministro de Defensa) y el jefe de la DGSE, Pierre Brochand. Fueron ayudados por una red de agentes franceses encubiertos, destinados a trabajar en África, integrados en empresas francesas como Bouygues, Delmas, Total y otras multinacionales pretendiendo ser empleados extranjeros.

Bajo Sarkozy, la «Cellule Africaine» estuvo dirigida por el presidente e incluía a Bruno Joubert y Robert Bourgi, un asesor informal y enviado de Sarkozy. Claude Guéant, secretario general de la presidencia y más tarde ministro del Interior, desempeñó un papel influyente. La «Cellule Africaine», con Hollande, estaba compuesta por sus amigos de confianza: Jean-Yves Le Drian (ministro de Defensa); el jefe de su personal militar, el general Benoît Puga; la Consejera sobre África, Hélène Le Gal, y varios especialistas de nivel inferior de los ministerios de Asuntos Exteriores y del Tesoro. Todavía no está claro quién formará la “Célula Africana” de Macron.

Lo que es importante sobre los efectos de Françafrique en los estados Africanos es que los franceses se resistieron a cualquier cambio de origen local de las reglas y tenían tropas y gendarmes disponibles en África para derrocar a cualquier líder con ambiciones diferentes. Durante los últimos 50 años, un total de 67 golpes de estado tuvieron lugar en 26 países de África; el 61% de los golpes tuvieron lugar en África francófona. Los franceses comenzaron la «disciplina» de líderes africanos ordenando el asesinato de Sylvanus Olympio en Togo, en 1963, cuando este quería su propia moneda en lugar del franco CFA.

Gary K. Busch

Fuente: Pambazuka News

[Fundación Sur]


Artículos relacionados:

El Congreso de Estados Unidos rechaza los recortes de ayuda a África propuestos por Trump

Estados Unidos despliega nuevas fuerzas en Somalia

Estados Unidos parece estar perdiendo su guerra secreta en Somalia

La Política Exterior de los Estados Unidos y las relaciones con Sudáfrica durante y después del apartheid, Por Eduardo Dolado Oreja

La militarización de Estados Unidos: la tragedia de Somalia

Recolonizando el Azawad, la “Françafrique” abrazará al Sahel

Lionel Zinsou: «África debe pertenecer a los africanos»

La compañía francesa AREVA regala un avión de lujo al presidente de Níger, donde explota el uranio

Autor

Más artículos de Administrador-Webmaster