Zimbabue podría verse prohibido en el Mercado mundial de diamantes si se llega a tener en cuenta un informe sobre violaciones de derechos humanos en una de las zonas de diamantes más importantes del país.
El Plan de Certificación del Proceso de Kimberley, KPCS, tiene previsto reunirse en Namibia, desde el día 2 de noviembre hasta el día 5, y allí considerará el informe final elaborado por una misión de revisión, en el que se recomienda una prohibición total de los diamantes de Zimbabue.
La misión encabezada por el vice ministro de Liberia de Planificación y Desarrollo, Kpandel Fayia, ha pedido al gobierno de Zimbabue, en un informe provisional, hecho público en julio, que desmilitarice inmediatamente la zona de diamantes de Marange, añadiendo que las fuerzas de seguridad estaban implicadas en violaciones de derechos humanos.
Pero el informe final que será presentado en la reunión de Namibia recomienda una prohibición temporal de seis meses o más para permitir al país, aquejado de tantos problemas, cumplir con los estándares del proceso, KPCS. El informe especifica que no se puede confiar en Zimbabue para implementar las recomendaciones sin supervisión.
“El comité de participación debería considerar la suspensión de Zimbabue durante un periodo de al menos 6 meses o hasta que el KPCS determine que se han cumplido un mínimo de los requisitos exigidos”, ha declarado la misión de revisión ante el KPCS y el Consejo Mundial de Diamantes.
La administración previa del presidente Robert Mugabe, confiscó los terrenos de diamantes Marange, a la compañía con sede en Gran Bretaña, African Consolidated Resources Plc., ACR, en 2006, y se la dio a la Corporación Minera de Zimbabue, perteneciente al estado. Esto abrió las compuertas a los mineros de diamantes ilegales, y comerciantes de todo el mundo, haciendo que aumentase espectacularmente el tráfico ilegal de diamantes.
El gobierno de Zimbabue reaccionó desplegando a soldados armados y a la policía, que fueron acusados de dedicarse a cometer graves violaciones de los derechos humanos, ya que forzaban a los mineros ilegales a trabajar en los barrancos con sus manos desnudas, como única herramienta de trabajo.
El equipo de Fayia asegura que los habitantes de la zona y los líderes de las comunidades han contado desgarradoras historias de las atrocidades cometidas en los campos de diamantes, en la parte este del país. Entre las víctimas hay mujeres que cuentan que eran obligadas a mantener relaciones sexuales con comerciantes de diamantes y los militares las violaron repetidamente, tras lo cual algunas de ellas contrajeron el Sida.
(Daily News, Kenia, 30-10-09)