¿Cuenta la cruz de los cristianos en las papeletas?
3/12/2011The Tablet por Michael Gunn
Minoría cristiana de Egipto, los Coptos, están haciendo causa común con los partidos laicos liberales contra los Hermanos musulmanes en las primeras elecciones desde la caída de Mubarak
Emad, un copto, cerca de la treintena, sentado en una butaca de cuero, acaba de volver de Cairns, Australia, para votar por el Partido liberal Wafd. “Es la primera vez para nosotros y sabemos que las marcas están muy altas. Esta es nuestra oportunidad para hacer una pacífica oposición contra los islamistas”.
En la escuela del distrito guardada por los militares, una cola serpentea pacientemente todavía a las 9 de la noche, casi dos horas después de la hora prevista para el cierre del lunes. A pesar de los miles de violaciones consignados en el transcurso de la votación, la gran mayoría de los observadores afirman que han sido las elecciones más libres jamás conocidas. La primera fase del lunes y martes han mostrado una gran participación en la mayoría de las grandes ciudades, cuando los votantes estaban eligiendo a los partidos y candidatos de la asamblea popular. Hacia finales de marzo, el proceso debería volver a un sistema parlamentario de dos cámaras con la tarea de elegir un comité para preparar una nueva constitución.
Para los coptos, que ven con temor la subida de los partidos islamistas durante los últimos nueve meses, los resultados electorales son esperados con ansiedad como indicadores de sus libertades culturales futuras. Los miedos se centran en el Partido de la Libertad y la Justicia, que es el ala política de los Hermanos musulmanes, que se anuncian ampliamente ganadores del escrutinio.
A pesar de las palabras apaciguadoras sobre el respeto de minorías de Egipto – y de los 12 candidatos coptos – muchos coptos continúan sospechando de su sinceridad. ”Dicen palabras justas para conseguir el poder, y luego enseñarán la verdadera cara”, afirma Fahmi Salib, un hombre de 41 años que vende alcohol en Shubra, expresando así lo que muchos piensan.
En medio de una desesperación creciente, las Iglesias de Egipto se han movido para galvanizar a sus fieles invitándoles a votar. En los fines de semana, el papa de los coptos ortodoxos, Chenuda III, una vez más ha recomendado a los coptos de votar por los candidatos que mejor pueden servir al país sin mirar a su afiliación religiosa, pero que sean los que mejor pueden servir a los intereses del país. Sin embargo, lo que se temía surgió más tarde de las iglesias de Alejandría, publicando listas de candidatos “recomendados”, provocando un enfado por parte de los activistas coptos y siendo desautorizados por el Consejo eclesiástico de las Iglesias.
La representación cristiana actual sería probablemente muy limitada – un sondeo hecho por la Unión egipcia de los Derechos Humanos predice un 1,5 % para los coptos, a pesar de que 10% de los 80 millones de habitantes son coptos. Sin embargo, los votantes cristianos están haciendo causa común con los laicos-liberales, muchos de ellos en el Kotla Masreya, el Bloque egipcio.
Los más en vista son los Egipcios libres, un partido amistoso-negociante dirigido por Naguib Sawiris, rico copto metido a negocios de Telecom y uno de los hombres más ricos de Egipto.
“Si ganan los liberales, es buenos para los dos, cristianos y musulmanes”, dijo Ibrahim Todary, de 35 años, manager de una compañía, que votó por los Social-Democratas en un suburbio de Zeituna – y que dirige un bloque de 18 candidatos coptos. Participando en la Plaza Tahrir de la capital, donde tenía lugar un sit-in contra los militares desde hace dos semanas, explicaba: “Un estado civil te permite poner en marcha y conducir como quieras y además deja un espacio para el islam”.
Sin embargo, en la segunda ciudad más conservadora de Egipto, Alejandría, había signos claros que indicaban claramente un voto a favor de los Islamistas. Los posters de fuerte influencia salafista de grupos como En Nur llenaban las paredes de la ciudad.
“Tenemos buenas relaciones con los musulmanes y esta situación de extremismo no solamente nos estremece a nosotros”, dice un vecino del barrio residencial de Demiana Khalil, 25, que ha votado por el bloque liberal. “Si los islamistas obtienen un gran resultado en el parlamento eso supone una auténtica línea roja para nosotros. Esto nos plantea verdaderos problemas para nuestro futuro”.
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