Los Cristianos nigerianos “al borde de la desesperación” después del ataque suicida a una iglesia
03/11/2012
The Tablet
por Abigail Frymann y Liz Dodd
Un ataque suicida contra una Iglesia católica donde 7 fieles murieron y más de 200 fueron heridos, ha sido condenado por al antiguo Arzobispo como el último en fecha de “una larga letanía” por los extremistas decididos a extender el miedo y la división entre los Cristianos y los Musulmanes en Nigeria.
El ataque tuvo lugar el domingo cuando un suicida conducía un jeep lleno de explosivos atravesó la valla de la Iglesia de Sta. Rita, en el barrio de Malali en el norte de la ciudad de Kaduna, durante el servicio religioso. El grupo islamista Boko Haram que ya ha llevado a cabo ataques en esa región, ha sido responsabilizado de este acto.
El Arzobispo Mathew Man-oso-Ndagoso de Kaduna dio una conferencia de prensa después del ataque haciendo una llamada a la calma y pidiendo a la juventud de no responder a la agresión.
El Arzobispo Ignatius Kaigama de Jos, que hace parte de Consejo Interreligioso de Nigeria, habló con Tablet desde Nigeria: “El ambiente entre los laicos católicos de aprehensión y consternación; hasta tal punto que estos terroristas podrían fácilmente cometer actos horribles de criminalidad contra el pueblo inocente; y esto es preocupante. Nosotros, los pastores, hemos alcanzado un estado de casi desesperación – viendo niños, mujeres y hombres muertos.”
Añadió: “Estos atentados extiende un viento de devastación contra la unidad y la estabilidad y el progreso del país… Ambos Cristianos y Musulmanes condenan estos injustificables actos de violencia y están colaborando para hallar soluciones.”
Después de la explosión del domingo, otras tres personas fueron asesinadas en Kaduna en ataques de represalia. Kaigama advirtió: “La gente está perdiendo gradualmente la paciencia; la cultura de la violencia se está instalando.” “Los argumentos del Arzobispo tuvieron eco en un informe publicado el miércoles por Amnistía Internacional, que decía que había habido más de 20 ataques sobre las iglesias de Nigeria desde 2010”. El informe también critica el Gobierno nigeriano por “los fallos en una adecuada prevención e investigación de los ataques o para llevar los autores a juicio”.
Momentos antes, la Yamaa Nasril Islam (YNI), que es la el paraguas protector de los Musulmanes en el Norte del Nigeria, pidió a los agentes de seguridad de aumentar las medidas de seguridad para frenar los ataques y urgió a los imanes de intensificar las oraciones para la paz. Entretanto, el Prelado de la Iglesia Metodista de Nigeria, Dr Sunday Ola Makinde, pidió al Gobierno federal de denunciar a los autores de los ataques.
Hace dos semanas, hablando en una intervención corta organizada en Westminster por Ayuda a la Iglesia, el Arzobispo Kaigama criticó también al Gobierno por no tomar medidas autoritarias contra Boko Haram. No “hay duda” de que Boko Haran está recibiendo ayuda exterior, y que es el deber del Gobierno de encontrar de dónde viene esa ayuda. La comunidad internacional podría ayudar proveyendo ayuda para el entrenamiento en cuestiones de información y equipos, añadió. Advirtió que los ataques estaban dañando la imagen “de las buenas relaciones entre los Cristianos y los Musulmanes”.
Dijo que existía una tendencia entre los extremistas para atacar a las Iglesias católicas más que a otros grupos porque tales ataques producían un mayor impacto y publicidad. Las Iglesias católicas hacían parte de una red global y si una Iglesia era atacada “el Papa podía oir hablar de ella”.
Kaigama alabó por el “ánimo” y la “determinación” de los Cristianos en querer continuar actuando en diferentes servicios “a pesar incluso de correr un riesgo personal”, pero dijo que los terroristas estaban obteniendo el resultado de extender el miedo. “La gente dice que duerme con un ojo abierto. Incluso con soldados y policía en las calles, se nota un grado menos de comprensión entre Cristianos y Musulmanes”.
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