A la última cumbre del G-20, celebrada en la localidad turca de Antalya, asistieron representantes de tres países africanos: Sudáfrica, Senegal y Zimbabue. En el punto de mira el apoyo del G-20 al desarrollo y el crecimiento del continente africano.
Sudáfrica es miembro del G-20 y los países BRICS*, Zimbabue y Senegal respectivamente asumen la presidencia de la Unión Africana (UA) y la Nueva Alianza para el Desarrollo de África (NEPAD). Una presencia que, lejos de ser anodina, refleja el auge de África en el concierto de las naciones del mundo. Además de los problemas de seguridad y climáticos, el G20 discutió las perspectivas del continente africano muy codiciado debido a las previsiones de crecimiento. Las previsiones de crecimiento del PIB africano del Banco Mundial son del 5,2% en 2015-2016 contra sólo el 4,6% en 2014. África tiene grandes activos, sus recursos naturales y el crecimiento acelerado de su población, pero también sufre de importantes déficits de infraestructura y energía. La mayoría de los países africanos han puesto en marcha amplios programas para llenar sus lagunas en materia de infraestructuras dentro del marco de la UA y de la NEPAD.
Los líderes africanos, entre ellos el Presidente de Senegal, Macky Sall, instaron a los líderes del G-20 a apoyar las inversiones en infraestructura y la diversificación de las economías africanas. Elemento clave: la energía. Según un informe de 2014 de la Agencia Internacional de Energía (AIE), casi dos tercios de la población en África subsahariana, es decir más de 620 millones de personas, viven sin electricidad, y sólo cuatro países de la región proporcionan este servicio a más del 50% de su población. Teniendo en cuenta el peso de estos datos, los líderes del G-20 se comprometieron a dar prioridad a África como parte del programa destinado a proporcionar electricidad a más de mil millones de personas en el mundo. Los dirigentes de 19 países del G-20 con la Unión Europea prevén una primera fase consistente en el acceso prioritario a la electricidad en el África subsahariana. La cooperación integral en las áreas de la tecnología, las finanzas, la inversión y la integración regional, están aún por precisar en el calendario de ejecución.
China podría ser la garante de los compromisos del G-20, ya que será la anfitriona de la próxima cumbre de las potencias mundiales en el año 2016.
*El término BRIC surge en el año 2001, siendo acuñado por Goldman Sachs para hacer referencia a aquellas economías emergentes, que previsiblemente marcarían el devenir económico y político del siglo XXI. Su primera reunión surge en el año 2006, con la presencia de Brasil, Rusia, India y China. A partir del año 2010 se invitó a Sudáfrica, que aceptó formar parte del grupo. Representan el 43% de la población mundial, con un PIB mundial del 21% y mueven el 20% de la inversión mundial.
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