Las elecciones presidenciales de Malaui de hoy, día 19 de mayo de 2009, dará a los votantes su primera ocasión de posicionarse sobre una larga lucha de años por el poder, que ha paralizado el gobierno después de una amarga división entre los líderes más poderosos del país.
La campaña ha desplegado en la sombra la decisión del presidente Bingu wa Mutharika de volverse contra el que una vez fuera su mentor, Baklili Muluzi, que ha intentado en repetidas ocasiones, y fracasado, encontrar la manera de volver al poder, después de haber agotado sus dos legislaturas en el poder.
Mutharika se escindió del partido de Muluzi para formar su propio Partido Progresivo Democrático, hace cuatro años, pero se llevó consigo a menos de un tercio de los 193 miembros del parlamento.
Eso ha hecho que sea incapaz de aprobar gran parte de la legislación, mientras tenía que eludir los intentos de impugnación.
Mutharika aún así se ha ganado una gran popularidad entre los muchos malauianos pobres mediante programas de subsidios que descuentan las semillas y los fertilizantes para millones de agricultores de subsistencia, que luchan por sobrevivir en un país donde la renta per cápita es de tan sólo 210 dólares.
Ahora él espera obtener una mayoría en la carrera presidencial y suficientes escaños en el parlamento para darle un fuerte control del gobierno, por primera vez, pero los analistas creen que esto no es muy probable.
Máximo cuidado
“Lo más probable es que siga teniendo un gobierno en minoría, incapaz de ganar la mitad de los escaños”, asegura el analista político, Wiseman Chijere Chirwa.
Muluzi, que hasta el mismo sábado anterior, el día16 de mayo, no perdió su batalla ante los tribunales para poder presentarse a una tercera legislatura, ha puesto todo el peso de su poder a disposición del principal líder de la oposición, John Tembo.
Tembo es el líder del Partido del Congreso de Malaui, del antiguo dictador Kamuzu Banda, y ha luchado para distanciarse de su pasado, como mano derecha del autócrata, en un régimen profundamente represivo.
Temerosos de que las tensiones políticas pudieran provocar disturbios cuando se publiquen los resultados de las elecciones, los grupos religiosos pidieron el día anterior a las elecciones a las autoridades electorales que pusieran “el máximo cuidado para evitar incitar al conflicto violento”.
“No queremos que Malaui siga el camino de Zimbabue y Kenia, donde se produjo un deliberado desprecio de la voluntad del pueblo”, dijo el Comité de Asuntos Públicos, un grupo de cristianos y musulmanes, en un comunicado.
A pesar de las tensiones, los observadores de la Unión Europea, aseguran que la campaña que terminó el día 17, ha sido tranquila.
“En general, la campaña parece que ha ido bien. La libertad de expresión ha estado asegurada por todo el mundo, de acuerdo con los parámetros internacionales”, declaró Luisa Morgantini, directora de la misión de observación de la Unión Africana.
Libres y justas
Los casi 3.900 centros de votaciones han abierto a las 6 de la mañana, de hoy, y cerrarán 12 horas más tarde.
El recuento de los votos comenzará inmediatamente, pero los resultados finales no se esperan hasta el día 21 de mayo, según ha declarado el portavoz de la comisión electoral, Fergus Lipenga.
“Estamos preparados para las elecciones y queremos asegurar a los malauianos que las elecciones serán llevadas a cabo de una manera libre y justa”, declaró Lipenga.
“Pedimos a los votantes que acudan en masa a votar el día 19, porque el día de las votaciones ha sido declarado no laborable para permitir a los votantes acudir a las urnas”, añadió.
Algo bueno en la disputa política parece ser un cambio en el modelo de votación tradicional, que ha seguido muy estrechamente las lineras regionales y étnicas en las tres elecciones previas, según un analista político.
Mutharika, un sureño, ha ganado el apoyo de fuera de su región, mientras que Tembo, de la tribu central de Chewa, ha entrado en el sur.
“hemos visto la desaparición de una aritmética regional simple”, añade el analista, añadiendo que Malaui se revelará con una “nueva configuración del panorama político”.
(News 24, Suráfrica, 18-05-09)