La reciente visita al ministro de Trabajo y Productividad de Nigeria, Emeka Wogu, por parte de miembros de la Fundación de Albinos, para presentar su descontento por la discriminación social contra los albinos, es comprensible. Los cerca de dos millones de albinos del país tienen los mismos derechos que el resto de nigerianos, bajo la constitución de 1999, que expresamente prohíbe cualquier discriminación contra cualquier persona, debido a su religión, etnia o circunstancias de nacimiento. La pigmentación de la piel no debería ser una excusa para excluir a los albinos.
Una delegación de la Fundación de Albinos, liderada por el emir de Anka, Alhaji Attahiru Muhammad, un ex ministro de Sanidad, Silas Ilo, y el fundador y director ejecutivo de la Fundación de Albinos, Jack Epelle, entre otros, visitó a Wogu para solicitar el apoyo del gobierno a la mejora del bienestar de los albinos. Entre los programas con los que la delegación quiere que el gobierno se identifique está el Sunshade, diseñado para ayudar a los albinos, cuando están bajo el sol o a llevar protección en los lugares de trabajo.
La delegación aprovechó la ocasión para expresar su objeción a las actuales prácticas por las que los albinos no se pueden alistar en el ejército, la policía o otras agencias de seguridad, simplemente por la pigmentación de su piel. También señalaron que los albinos son atacados por rutina, además de secuestrados, por practicantes de rituales, que erróneamente creen que ciertos rituales con partes de cuerpos de albinos, son una rápida manera de hacer dinero. La delegación pidió al gobierno, además de que permita a los albinos alistarse en los cuerpos de seguridad, que proteja sus vidas.
Los representantes de los albinos presentaron esta misma petición ante el segundo inspector general de la policía de Lagos, Azubuko Udah.
Tanto el ministro como el jefe de la policía expresaron su desaprobación con la discriminación contra los albinos y prometieron garantizar su protección.
(The guardian, Nigeria, 09-06-10)