El historiador y antropólogo Ildefonso Gutiérrez Azopardo nos sigue ofreciendo en el Blog Académico sus estudios sobre la relación de la Iglesia católica con los «negros» llevados desde el continente africano a la posesiones españolas y portuguesas en América.
En este artículo se centra en la presencia de los afrodescendientes en los documentos de las Conferencias generales del episcopado latinoamericano y del caribe y como nos dice el autor :
– «Fueron el Concilio Provincial de Lima en 1767 y el Sínodo de Cartagena de Indias en 1782 los últimos que legislaron durante el periodo hispánico sobre asuntos concernientes a los negros . En sus cánones se trató sobre el matrimonio, la misa y el descanso dominical , las doctrinas en las minas y obrajes, las obligaciones de los curas y de los amos para con ellos , los aranceles y diezmos y de los libros parroquiales y padrones en que debían de ser inscritos. Llegó después la abolición de la esclavitud y los negros en América se volvieron “invisibles” y, en lo que respecta a su relación con la Iglesia ,quedaron incluidos en esa gran masa de población constituida por mestizos de todas las razas y colores recibiendo la misma atención pastoral sin tener en cuenta sus peculiaridades culturales, su historia, su condición social y sus tradiciones.
Para nada se habló de ellos en el Concilio Plenario Latinoamericano celebrado en Roma en 1899 al que solo asistieron 53 prelados de todo América Latina. Para ese Concilio , según su impulsor el arzobispo Casanova de Santiago de Chile , entre la población de América no existían distinciones pues : tenemos el mismo origen, hablamos el mismo idioma, vivimos las mismas costumbres ,producimos las mismas leyes ,disfrutamos de las mismas tradiciones y tenemos los mismos peligros…