Los africanos todavía se dejan engañar por las baratijas de los europeos

18/02/2010 | Opinión

Sorprendentemente los antiguos colonizadores han hecho público una serie de artimañas que utilizaron para embaucar a los africanos y así obtener el control sobre ellos. El espejo, devolviendo la imagen de muecas, sonrisas y expresiones faciales, hasta entonces no visto por ningún africano, dejó a las comunidades nativas profundamente desconcertadas. Las fotos eran para ellos un completo misterio. La rueda fue una novedad… Todos estos avances fueron hábilmente utilizados por los europeos para inculcar temor hacia el hombre blanco en la mente africana e inducirles a creer que la aparición colonial tenía algo de fantasmagórico y sobrenatural.

Por encima de todo, a los ojos de los nativos, los colonizadores poseían un poderío militar inexplicable. Cualquier comunidad que ofrecía resistencia corría el riesgo de ser acribillado por una sobrenatural lluvia de balas que creían bolas de fuego provenientes de artilugios metálicos. El arco y la flecha de los guerreros africanos no tenían nada que hacer frente a las balas y los atronadores cañonazos de los colonizadores.

El presidente Museveni (Uganda) critica frecuentemente a los líderes africanos pre coloniales por su presunta ineptitud y falta de unidad que considera permitieron la entrega del continente africano a los intrusos coloniales. No suele mencionar, sin embargo, el hecho de que el continente africano estaba formado por comunidades diversas en aquel entonces.

Además, los colonizadores usaban armas muy superiores a las africanas. El pueblo desarmado no tenía nada que hacer por la vía armada siendo la única solución una hábil y prolongada resistencia. Por eso sólo tras varias generaciones de africanos se ha logrado identificar la naturaleza oculta del colonialismo y despertar, creando movimientos políticos capaces de librar una lucha eficaz contra el dominio colonial.

Es el despertar político y la organización que siguió al dominio colonial lo que permitió llevar a cabo una resistencia armada con éxito, allí donde se necesitaba, empleando las bases de la moderna organización militar que nuestros antepasados no tuvieron.

La derrota del colonialismo, por tanto, no depende enteramente de la capacidad militar, sino que acaba produciéndose principalmente por la voluntad política para librar al pueblo de la dominación económica y política a fin de reconstruir una nueva civilización africana.

Los ejércitos actuales de los que presumen algunos estados africanos han sido armados enteramente por los países ricos y no son más que meras fuerzas auxiliares suyas dirigidas por ellos. Tiene muy poca influencia por sí mismos, incluso si se aliaran a nivel continental.

El cliché de que los jefes pre-coloniales colaboraron con los blancos no es cierto. Al menos Kabaka Mwanga de Buganda nunca firmó los infames tratos que los blancos le proponían. Kabalega de Bunyoro también desafió al poder británico. Los dos fueron exiliados y murieron por ello pero sin haber manchado sus manos. Fueron diferentes a los regímenes actuales de África que venden sus países por una miseria de ganancia personal. Se resisten a dotar a la población de un orden democrático mediante el cual el continente podría por fin liberarse.

Recientemente, estamos retrocediendo a la época colonial cuando se engañaba a los africanos con artilugios europeos como el espejo… El NMR (Movimiento de Resistencia Nacional) [partido en el gobierno de Uganda, cuyo líder es Yoweri Museveni.] trata de engañar a la gente anunciándose como el único partido poseedor de nuevas tecnologías y vendiendo éstas como una innovación garante de elecciones democráticas y transparentes.

Los pobres seguidores no disciernen que las aclamadas nuevas tecnologías no solucionan el fallo fundamental que es la falta de organización que enfrenta nuestro partido.

La tecnología sólo es un instrumento para hacer el trabajo más rápida o eficientemente. Pero no puede por sí sola discernir lo que hay que hacer. Con un coche se pueden recorrer grandes distancias en poco tiempo, pero él sólo no puede decidir qué lugares deben visitarse en el camino. Los avances tecnológicos no pueden remplazar la demanda del NMR de sentar las bases políticas y organizativas que permitan dirigir el partido.

No es de extrañar que la gente en nuestro país actualmente se sienta desatendida. Los que no actúan para hacer los cambios necesarios en la vida social permanecerán perpetuamente sin los cambios deseados.

Escrito por James Magode Ikuya

El autor es miembro del Consejo Ejecutivo Nacional, NEC, del partido MRN.

Publicado el 20 de enero de 2010 en The Observer, Uganda.

Traducido por Mª Ángeles Aragoneses, para Fundación Sur.

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