Ciudadanos de los cuatro puntos cardinales de África han salido a las calles a protestar durante las últimas semanas por los problemas económicos y los conflictos políticos que amenazan a sus respectivos países. Dirigidos por líderes de la oposición, ciudadanos de Kenia, en el este de África, de Nigeria, en el oeste, de Sudáfrica, en el sur, y de Túnez, en el norte, protestaron por el alto coste de la vida y exigieron la realización de reformas constitucionales. Durante las protestas, los ciudadanos se mostraron indignados por la pasividad de sus presidentes ante estos problemas.
En Kenia, los manifestantes tomaron las calles de Nairobi y de otras ciudades para quejarse del preocupante incremento de los precios de productos básicos, así como por la debilidad del chelín keniano frente al dólar estadounidense y la hambruna agravada por la sequía.
En Nigeria, los políticos de la oposición Atiku Abubakar y Peter Obi dirigieron las protestas en contra de los resultados de las recientes elecciones y por la subida de los precios. Nigeria actualmente sufre también por la depreciación de su moneda, la inflación y la inseguridad.
En Túnez, miles de personas tomaron la capital para protestar contra el presidente, Kais Saied, a quien perciben como un líder autocrático y a quien acusan de oprimir a los políticos, a los sindicatos, a los jueces y a los medios de comunicación que disienten de su forma de gobernar.
En Sudáfrica, los ciudadanos protestaron por una prolongada caída de la economía sobre la que no ven esperanza alguna bajo el régimen del presidente Cyril Ramaphosa. El país se enfrenta a una crisis energética caracterizada por la implementación de la estrategia de “desconexión de carga” (loadshedding, en inglés), una técnica basada en los cortes de electricidad que implementa la compañía eléctrica estatal Eskom cuando no puede proporcionar energía a todo el país.
Fuente: The North Africa Post
[Traducción y edición, Itzá Camacho de Domingo]
[CIDAF-UCM]
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