Activistas anticorrupción de Francia han presentado una demanda contra tres jefes de estado africanos, acusándoles de comprar propiedades en Francia que no podrían financiar con sus ingresos personales oficiales.
El presidente Omar Bongo, de Gabón; Denis Sassou Nguesso, del Congo Brazaville, y Teodoro Obiang Nguema, de Guinea Ecuatorial, cuyos países exportan petróleo, han negado diversas acusaciones en el pasado de corrupción por parte de numerosos grupos no gubernamentales.
La sección francesa de Transparency International, un organismo de vigilancia con sede en Berlín, han presentado una demanda ante los tribunales contra los tres jefes de estado, para intentar obligar al sistema judicial francés a que investigue cómo han podido comprar enormes bienes inmuebles. “No hay duda de que estos activos no se hubieran podido comprar utilizando sólo los salarios oficiales y los beneficios de estos jefes de estado”, asegura la organización en un comunicado.
Bongo, que llegó al poder en 1967, es el jefe de estado que más tiempo lleva en el cargo de toda África. Denis Sassou Nguesso y Obiang, llegaron al poder en sus respectivos países mediante golpes de estado, en 1979. Obiang ha gobernado desde entonces, mientras que Sassou Nguesso perdió las elecciones de 1992, pero volvió al poder en 1997, tras una guerra civil.
Los activistas de Transparency International hacen referencia a unas pruebas de la policía francesa, de 2007, en las que aparecen detalles, que fueron filtrados a la prensa por fuentes judiciales, en los que se revela que Bongo y su familia poseen 39 propiedades en Francia, la mayoría de ellas en el distrito más rico de París, y nueve coches. Las propiedades incluyen villas de lujo en la Rivera. Además tienen 70 cuentas de banco abiertas en Francia.
La policía francesa también asegura que Sassou Nguesso y su familia poseen 24 apartamentos en Francia y 112 cuentas bancarias, mientras que Obiang y su familia tienen un apartamento y ocho coches.
No hay garantía de que los magistrados franceses validen el juicio de los activistas anticorrupción y prosigan con el caso, ya que intentos similares a estos han fracasado en el pasado.
(IOL, 03-12-08)
