Dos trabajadores humanitarios europeos, que habían sido secuestrados por hombres armados en Somalia, a principios de esta semana, han asegurado que están bien e ilesos, y los secuestradores han aumentado la cifra del rescate que habían pedido a 4 millones de dólares.
El país del cuerno de África es uno de los más peligrosos del mundo para los trabajadores humanitarios.
Los secuestros son algo común, pero los hombres armados, generalmente tratan bien a sus rehenes, con la esperanza de recibir un rescate cuantioso.
Un médico belga y una enfermera alemana, que trabajan para Médicos Sin Fronteras, MSF, fueron secuestrado en pasado día 19 de abril, después de haber realizado un estudio sobre la nutrición en la región del sur se Somalia, Bakol.
“Queremos mucho a nuestros países, familias y amigos, y esperamos poder verles pronto. Pedimos con urgencia que se encuentre una solución a nuestra difícil situación”, aseguró la alemana en un breve comunicado telefónico.
Su colega belga dijo: “Estamos en una situación difícil… pero por ahora estamos bien. Sólo puedo decir que nos tratan bien… Hagan llegar a mi gente que estoy bien por ahora”.
MSF ha pedido que no se publiquen sus nombres.
Los ataques a las organizaciones de ayuda, que normalmente se achacan a las milicias de clanes o a los rebeldes islamistas, han forzado a muchas de estas organizaciones a limitar sus operaciones, reduciendo su capacidad para ayudar en una de las peores crisis humanitarias del mundo.
Los secuestradores de los dos trabajadores de MSF habían pedido en un principio un millón de dólares a cambio de su liberación. Pero ahora, un hombre que se identificó a sí mismo como el cabecilla del grupo, ha pedido 4 millones.
El movimiento de la rama dura de los islamistas, al Shabaab, que controla la región donde fueron secuestrados los dos europeos, ha prometido que recatará a los rehenes por la fuerza si fracasan las negociaciones.
(News 24, 24-04-09)
