En el día internacional dedicado a la lucha contra el genocidio y para recordar a todos los que perecieron, la Comisión de la Verdad de Ruanda aprovecha esta oportunidad para recordar a todas las víctimas del genocidio en todo el mundo. En un momento en que existe una creciente discriminación basada en la raza, la etnia y la religión, este día debería ser un recordatorio para todos nosotros para luchar contra el racismo y la discriminación, que son los principios básicos de la ideología del genocidio.
La Comisión de la Verdad de Ruanda desea recordar a todos los estados y sistemas de justicia de todo el mundo que tienen la responsabilidad moral y legal de prevenir el genocidio y castigar a sus perpetradores.
Con respecto a Ruanda y la región de los Grandes Lagos de África, el sistema de justicia penal internacional no ha cumplido imparcialmente su obligación. El Tribunal Penal Internacional para Ruanda (TPIR) ha perseguido, procesado y castigado a muchos de los perpetradores de genocidio contra los tutsis, crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad. El TPIR ha cometido un error fatal al negarse deliberadamente a ejercer la misma responsabilidad al investigar, perseguir y castigar a muchos militares ruandeses, anteriormente un ejército rebelde del gobernante Frente Patriótico Ruandés (FPR), responsables de delitos similares cometidos contra los hutu en Ruanda y la República Democrática del Congo.
Ahora es de público conocimiento que las investigaciones que llevaba a cabo la Carla Del Ponte, la Fiscal del ICTR, en ese momento sobre el ejército rebelde del RPF de Ruanda, se detuvieron debido a la interferencia de las potencias occidentales que eran, y siguen siendo, protectoras del actual régimen de Ruanda.
Con respecto a la República Democrática del Congo, un Informe de de las Naciones Unidas que investiga esos crímenes (1993-2003) proporciona pruebas suficientes de que se cometieron actos de genocidio, crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad contra los hutu. Muchos millones de congoleños han muerto a manos de las brutales guerras directas e indirectas de Ruanda, alimentadas en parte por los intereses geoestratégicos de las potencias imperiales occidentales.
Ya sea en Ruanda o en la República Democrática del Congo, el Tribunal Penal Internacional para Ruanda y sus patrocinadores internacionales han sido parciales a favor de los vencedores ruandeses de la guerra civil de 1994. La consecuencia es la justicia de un vencedor cuyas consecuencias negativas en Ruanda y la región de los Grandes Lagos es el círculo vicioso de impunidad y conflicto violento.
La Comisión de la Verdad de Ruanda insta a todos los Estados y al sistema de justicia internacional a corregir esta flagrante injusticia y llevar ante la justicia a los responsables del genocidio, los crímenes de guerra y los crímenes de lesa humanidad contra el pueblo hutu y congoleño.
Solo a través de una aplicación justa e imparcial del derecho internacional será posible la prevención del genocidio.
Solo a través de una responsabilidad tan comprometida para prevenir y castigar el genocidio, el recuerdo de las víctimas y la solidaridad con los sobrevivientes dejarán de ser un mero ritual.
Solo entonces «Never Again» estará a su alcance.
9th December, 2017 (Bruselas)
Jonathan Musonera
Presidente
Rwanda Truth Commission
[Fundación Sur]
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