El gobernador de Tanganica hizo un llamamiento a la calma, el jueves, tras los nuevos enfrentamientos interétnicos mortales en la provincia suroriental de RD Congo. «La situación no es tan alarmante como muchos nos quieren hacer creer», declaró a la AFP Richard Ngoyi Kitamala, esperando que sus ciudadanos «vuelvan a dedicarse a sus actividades habituales».
Contactado por teléfono en Kalemie, capital de Tanganica, el Sr. Ngoyi Kitamala reconoció que hubo «enfrentamientos esporádicos entre pigmeos y bantúes en la región», pero calificó como «rumores» las informaciones sobre una «masacre» en Muswaki.
El miércoles, el Coronel Félix-Prosper Basse, portavoz de la Misión de la ONU en la RD Congo (MONUSCO), indicó haber recibido informaciones «sin confirmar» de un ataque de los pigmeos que habrían provocado treinta muertes en esta ciudad, a unos a unos 70 km al oeste de Kalemie.
Contactado también por teléfono, José Bulabula, secretario provincial adjunto de la juventud del Partido Popular para la Reconstrucción y la Democracia (PPRD), la formación política del presidente congoleño, Joseph Kabila, aseguró que se encontraba el martes en Muswaki, por asuntos privados. Ese día, «los pigmeos atacaron el tren de carga que viajaba a Kalemie, sin pérdida de vidas», al día siguiente, los bantúes de etnia Luba «se organizaron y atacaron a los pigmeos».
De acuerdo con un funcionario de la administración local que pidió permanecer en el anonimato, «se encuentraron tres cuerpos a lo largo de la vía férrea» el jueves por la mañana. El médico del Hospital de Kalemie, el Dr. Gustave Kabezia, declaró que su institución había admitido a «17 heridos por flecha, de Muswaki, desde el martes», uno de los cuales murió el jueves por la mañana.
Desde diciembre de 2013, Tanganika es el escenario de frecuentes enfrentamientos entre Lubas y pigmeos de la etnia Twa. El conflicto se ha intensificado debido a la pobreza y a las frustraciones acumuladas, y ha dado lugar a un ciclo de violencia que ha matado a más de 200 personas y ha provocado decenas de desplazados.
En septiembre, la justicia congoleña condenó a cuatro bantúes a 15 años de prisión por crímenes contra la humanidad en relación con el conflicto.
Habitantes de la selva, los pigmeos están considerados como seres inferiores y ven su forma de vida amenazada por la deforestación, sobre todo debido a la expansión de las tierras de cultivo utilizada por los Luba.
voaafrique.com
Fundación Sur
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