Libia y Arabia Saudí parecen haber enterrado las hachas de guerra en la Cumbre Árabe, que se celebra en Qatar, después de la contienda que mantenían desde 2003.
El líder de Libia, Muammar Gaddafi y el rey de Arabia Saudí, Abdullah, mantuvieron una reunión que duró cerca de 30 minutos de forma paralela a la cumbre árabe, que ha sido presentada por los organizadores como una oportunidad para solucionar las diferencias con Occidente.
Los dos líderes se reunieron después de que Gaddafi, al parecer, atacase al octogenario líder saudí, en la sesión de inauguración de la cumbre, donde Libia pronunció un discurso que no estaba programado. Pero la intervención terminó con un llamamiento a la paz.
Gaddafi dijo, dirigiéndose al rey Abdullah, que llevaba 6 años huyendo y temiendo la confrontación, y le pidió que no tuviera miedo. El líder libio se refería a su argumentación en la cumbre de 2003, en la que acusó a Arabia Saudí de ser responsable de haber traído las tropas americanas a la región.
Lógicamente, esperando otro ataque similar, el emir de Qatar, Sheikh Hamad bin Khalifa al Thani, que presidía la cumbre, ordenó a Gaddafi guardar silencio. En ese momento, Gaddafi, con sus gafas de sol deportivas puestas y sus llamativas ropas de color naranja, cambió el tono de su discurso a uno más conciliador, hasta arrancar aplausos de los delegados.
“Por el bien de la nación árabe, considero el problema personal entre nosotros zanjado, y estoy preparado para visitarle y para recibir una visita de usted”, ofreció al líder saudí.
(News 24, Suráfrica, 31-03-09)