La Corporación de Electricidad de Liberia (LEC) asegura que alrededor del 60% de su producción anual está siendo robada. La empresa estatal de servicios públicos ha puesto en marcha una amplia campaña contra los hogares y las empresas que se han conectado ilegalmente a su red.
Fundada por esclavos americanos liberados, Liberia es la república moderna más antigua de África. La infraestructura y los servicios públicos del país fueron destruidos durante los conflictos civiles entre 1989 y 2003. Los esfuerzos de recuperación durante la posguerra se han visto frenados por la caída de los precios de las principales exportaciones del país – el mineral de hierro y el caucho – y por un brote de ébola entre 2014 y 2016.
La LEC denuncia que cada año se sustraen unos 35 millones de dólares de sus arcas, acción que pretende frenar para invertir cada centavo en la reconstrucción del sector eléctrico del país y aumentar el suministro. El director ejecutivo de LEC, John Ashley, explica que una de las formas en que esperan reducir el robo de electricidad es introduciendo penalizaciones más estrictas: «Estamos tratando con el Ministerio de Justicia y esperamos obtener buenos resultados de las conversaciones, con miras a convertir el robo de electricidad en un delito grave y tal vez clasificarlo como sabotaje económico, porque efectivamente eso es lo que está ocurriendo».
Sin embargo, muchos de los residentes de Monrovia no están conformes con la medida. Consideran que la LEC debería centrarse en resolver rápidamente los problemas de su cadena de suministro en lugar de tener tanta prisa por cortar sus cables. Helen Kpokolo, una empresaria con sede en Monrovia, insta a adoptar un enfoque más inclusivo en el que las comunidades puedan ayudar a la LEC a impedir que la gente robe energía: «No tengo acceso a la red eléctrica. Tengo que confiar en mi generador, pero no puedo permitirme tener todas mis cosas conectadas. Estoy apelando al LEC para que venga a rescatarnos. Vamos a su oficina todo el tiempo. Si nos suministrasen, podríamos impedir que la gente manipulara la línea, pero como no hay solución para darnos electricidad, la gente sigue haciendo cosas ilegales con la red».
Se estima que sólo el 12% de los 4,7 millones de habitantes de Liberia pueden conectarse a la capacidad actual del país de 126 megavatios, y se espera que la demanda total de electricidad de Liberia aumente a unos 300 megavatios para 2030.
Fuente: Africa News
[Traducción y edición, Alejandra Purón Herreros de Tejada]
[Fundación Sur]
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