Liberia ha paralizado el reciente acuerdo alcanzado con Blue Carbon, una empresa con sede en Dubái, basado en la venta de créditos de carbono que se comercializan a las entidades contaminadoras para compensar sus emisiones. Aunque se presenta como un esfuerzo de conservación, los críticos lo denuncian como una forma de “colonialismo de carbono«, alegando que desatiende los derechos de tierras indígenas y agrava las vulnerabilidades socioeconómicas locales.
Este acuerdo, que abarca aproximadamente el 10 % del territorio de Liberia, ha generado resistencia en comunidades locales como la de Neezuin, quienes temen la pérdida de sus medios de subsistencia. Preocupaciones similares resuenan en toda África, donde los planes de expansión de Blue Carbon son inminentes. En Kenia, las poblaciones indígenas ya han enfrentado desplazamientos para dar paso a proyectos similares, lo que ha generado condenas de grupos de derechos humanos.
A pesar de la mínima contribución de África a las emisiones globales de gases de efecto invernadero, sus recursos naturales, especialmente sus bosques, desempeñan un papel crucial en la mitigación del cambio climático. Sin embargo, la búsqueda de iniciativas de conservación como las promovidas por Blue Carbon plantea dilemas éticos complejos. Si bien los gobiernos son atraídos por la perspectiva de ganancias financieras, persisten las preocupaciones sobre los abusos de los derechos humanos y la efectividad a largo plazo de la compensación de carbono.
La controversia en torno a las operaciones de Blue Carbon se extiende más allá de Liberia, con acusaciones de falta de transparencia y beneficios ambientales cuestionables. Las negociaciones opacas de la empresa, junto con sus vínculos con intereses de combustibles fósiles, suscitan dudas sobre la sinceridad de sus compromisos ambientales. Además, se cuestiona la eficacia de la compensación de carbono en sí misma, con interrogantes sobre la permanencia de la captura de carbono y las consecuencias no deseadas de desplazar las presiones ambientales.
Ante la creciente oposición y escrutinio, la Agencia de Protección Ambiental de Liberia finalmente ha detenido el acuerdo con Blue Carbon, reconociendo fallos en el proceso y comprometiéndose a priorizar la conservación ambiental junto con los derechos indígenas y el bienestar económico, no sin haber suscitado nuevos debates sobre el colonialismo del carbono y las iniciativas de conservación del medio ambiente en África.
Autor Taiwo Adebayo
Fuente Fortune
[Traducción y edición, Bruno Rodríguez]
[CIDAF-UCM]
