Los cuatro trabajadores de las Naciones Unidas, que habían sido secuestrados el día 16 en el sur de Somalia, han sido liberados, según ha confirmado la ONU.
“Han sido liberados todos a salvo el mismo lunes, unas horas después de haber sido secuestrados”, señaló un portavoz de la ONU.
Después de ser liberados, la ONU confirmó que los trabajadores eran Ali Dekow, de Somalia y Marc Andre Post, de Francia, ambos trabajaban para el Programa Mundial de Alimentos, además habían sido secuestrados dos voluntarios, Paul Bambo, de Ghana, y Miragha de Babayev, de Azerbaiyán, que trabajaban en el programa de Desarrollo de la ONU.
“La ONU está muy agradecida por los esfuerzos y la intervención de las autoridades locales, que utilizaron su influencia y alcance para asegurar que nuestros trabajadores eran bien tratados y fueran liberados en último lugar, a salvo y rápidamente”, declaró un coordinador de la ONU que añadió: “Es muy importante que la presencia de la ONU en la región sea aceptada y protegida por las comunidades locales y sus líderes”.
Los trabajadores iban de camino al aeropuerto cuando su convoy se vio obligado a detenerse a punta de pistola. No se produjo violencia ni disparo alguno durante el secuestro, que tuvo lugar en Waajid, en el sur-centro de Somalia.
Somalia, que no tiene un gobierno funcional desde 1991, ha estado plagada de luchas y sufrimiento humanitario durante décadas. La continuada inestabilidad, sumada a las sequías, los altos precios de la comida y el derrumbe de la moneda local, no han hecho más que empeorar la grave situación humanitaria en los últimos meses.
La ONU calcula que unos 3.2 millones de personas, o el 40 % de la población, necesitan asistencia humanitaria.
Al mismo tiempo, se han producido varios acontecimientos importantes en las últimas semanas, como la elección de un nuevo presidente, y la ampliación del parlamento para incluir en él a todos los grupos de la oposición.
(African Press Agency, 17-03-09)